Ocho seguidores del Alavés se exponen al pago en total de 29.501 euros en multas por los distintos incidentes que protagonizaron en el transcurso del encuentro del pasado domingo contra el Mirandés en Anduva. A todos ellos sorprendió in fraganti la Policía Nacional, que montó un dispositivo especial de seguridad por tratarse de un partido declarado de alto riesgo; les expulsó del campo y les retuvo para proceder a sus respectivas identificaciones. Ayer, la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte abordó caso por caso y propuso sanciones individuales que deberán ser confirmadas por la Delegación del Gobierno después de que los implicados ejerzan su derecho a defensa.
Cuatro de los ocho aficionados vitorianos se enfrentan a las propuestas más severas. Se solicita para ellos mediante expediente administrativo 4.000 euros de multa y la prohibición de acceso a recintos deportivos por espacio de un año por insultos, ofensas, intento de agresión, resistencia y desacato a la autoridad policial. La resolución de Antiviolencia recoge que, entre los gritos que profirieron al inicio del encuentro, estaban los de «españoles, hijos de puta» y «os vamos a matar» dirigidos a la hinchada rival.
Otros tres seguidores del Alavés que acudieron al duelo de Anduva y fueron retenidos por la Policía tendrán que responder ante las instancias oficiales por el lanzamiento de objetos al terreno de juego y, en el caso de uno, por el de un escupitajo. El procedimiento sancionador contra ellos reclama para cada uno una multa de 3.500 euros y la imposibilidad de asistir en persona a espectáculos deportivos de carácter profesional o semiprofesional durante seis meses.
El 'parte de guerra' en lo que respecta a la afición del Alavés, anunciado ayer por el organismo dependiente del Consejo Superior de Deportes (CSD), se completa con un octavo espectador albiazul al que los agentes pillaron en el graderío del estadio burgalés con una sustancia estupefaciente en la mano. La introducción, tenencia y consumo de droga en partidos está penado en casos como éste con una propuesta de sanción de 3.001 euros, aunque sin prohibición de acceso a recintos deportivos. También un mirandesista deberá hacer frente a 3.500 euros por un intento de agresión e insultos.
Más de mil albiazules
Aunque el Mirandés-Alavés contó con excepcionales medidas de seguridad y el ambiente en general fue de fiesta en Anduva, el discurrir del partido estuvo salpicado de pequeños incidentes. La afición vitoriana superó los mil seguidores para un duelo que congregó a 4.812 espectadores. Pero el percance más grave llegó acabado el encuentro, cuando el gentío abandonaba el estadio. Un aficionado alavés recibió el impacto de una piedra lanzada desde el exterior hacia la grada y, como consecuencia del cual, debió ser ingresado y operado de urgencia en el Hospital Santiago de Vitoria de un traumatismo craneoencefálico.
Cuatro de los ocho aficionados vitorianos se enfrentan a las propuestas más severas. Se solicita para ellos mediante expediente administrativo 4.000 euros de multa y la prohibición de acceso a recintos deportivos por espacio de un año por insultos, ofensas, intento de agresión, resistencia y desacato a la autoridad policial. La resolución de Antiviolencia recoge que, entre los gritos que profirieron al inicio del encuentro, estaban los de «españoles, hijos de puta» y «os vamos a matar» dirigidos a la hinchada rival.
Otros tres seguidores del Alavés que acudieron al duelo de Anduva y fueron retenidos por la Policía tendrán que responder ante las instancias oficiales por el lanzamiento de objetos al terreno de juego y, en el caso de uno, por el de un escupitajo. El procedimiento sancionador contra ellos reclama para cada uno una multa de 3.500 euros y la imposibilidad de asistir en persona a espectáculos deportivos de carácter profesional o semiprofesional durante seis meses.
El 'parte de guerra' en lo que respecta a la afición del Alavés, anunciado ayer por el organismo dependiente del Consejo Superior de Deportes (CSD), se completa con un octavo espectador albiazul al que los agentes pillaron en el graderío del estadio burgalés con una sustancia estupefaciente en la mano. La introducción, tenencia y consumo de droga en partidos está penado en casos como éste con una propuesta de sanción de 3.001 euros, aunque sin prohibición de acceso a recintos deportivos. También un mirandesista deberá hacer frente a 3.500 euros por un intento de agresión e insultos.
Más de mil albiazules
Aunque el Mirandés-Alavés contó con excepcionales medidas de seguridad y el ambiente en general fue de fiesta en Anduva, el discurrir del partido estuvo salpicado de pequeños incidentes. La afición vitoriana superó los mil seguidores para un duelo que congregó a 4.812 espectadores. Pero el percance más grave llegó acabado el encuentro, cuando el gentío abandonaba el estadio. Un aficionado alavés recibió el impacto de una piedra lanzada desde el exterior hacia la grada y, como consecuencia del cual, debió ser ingresado y operado de urgencia en el Hospital Santiago de Vitoria de un traumatismo craneoencefálico.
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