Miles de simpatizantes chilenos invadieron otra vez el Malvinas Argentinas. La “Marea Roja”, favorecida por la cercanía geográfica, comenzó a ocupar el estadio desde temprano, cubriendo con banderas, gorros, camisetas, y portando cornetas y bocinas, las populares norte y sur y gran parte de las plateas cubierta y descubierta.
Llegaron en total unos 37.000 simpatizantes trasandinos, entre cánticos y el colorido rojo, blanco y azul, además de numerosas banderas de distintas ciudades, que se entretuvieron también con la clásica “ola” en las tribunas.
En el caso de los peruanos, cerca de un centenar ocupó el sector derecho de la descubierta y otros tantos se ubicaron en el sector oeste de la platea techada.
A diferencia del partido Chile-Uruguay, en esta oportunidad efectivos de la policía formaron un pulmón en el costado derecho de la platea descubierta, ocupada por hinchas de Perú y la popular sur, colmada por la “Marea Roja”, para garantizar la seguridad en ese sector.
Desde distintas arterias que unen el microcentro mendocino con el estadio, miles de chilenos se movilizaron en vehículos propios, en automóviles alquilados y caminando por los principales accesos al Malvinas. Así, por ejemplo, por las principales calles que conducen al pulmón verde del Gran Mendoza, como Boulogne Sur Mer, Juan B. Justo y Avenida Libertador, entre otras, la movilización de hinchas fue incesante. También desde Las Heras y Guaymallén, cientos de chilenos radicados aquí se unieron con sus compatriotas en caravana.
Fuentes de Gendarmería indicaron que hasta el mediodía de ayer ingresaron a Mendoza, por el túnel Cristo Redentor, más de 90 vehículos con hinchas, además de varios ómnibus que cumplen el servicio Santiago-Mendoza, como también numerosos microbuses contratados. Asimismo, cerca de un centenar de chilenos despidieron en el Hotel Hyatt al plantel trasandino cuando abordó el ómnibus con el ya tradicional “Chi-chi-chi, le-le-le... Viva Chile!”.
Llegaron en total unos 37.000 simpatizantes trasandinos, entre cánticos y el colorido rojo, blanco y azul, además de numerosas banderas de distintas ciudades, que se entretuvieron también con la clásica “ola” en las tribunas.
En el caso de los peruanos, cerca de un centenar ocupó el sector derecho de la descubierta y otros tantos se ubicaron en el sector oeste de la platea techada.
A diferencia del partido Chile-Uruguay, en esta oportunidad efectivos de la policía formaron un pulmón en el costado derecho de la platea descubierta, ocupada por hinchas de Perú y la popular sur, colmada por la “Marea Roja”, para garantizar la seguridad en ese sector.
Desde distintas arterias que unen el microcentro mendocino con el estadio, miles de chilenos se movilizaron en vehículos propios, en automóviles alquilados y caminando por los principales accesos al Malvinas. Así, por ejemplo, por las principales calles que conducen al pulmón verde del Gran Mendoza, como Boulogne Sur Mer, Juan B. Justo y Avenida Libertador, entre otras, la movilización de hinchas fue incesante. También desde Las Heras y Guaymallén, cientos de chilenos radicados aquí se unieron con sus compatriotas en caravana.
Fuentes de Gendarmería indicaron que hasta el mediodía de ayer ingresaron a Mendoza, por el túnel Cristo Redentor, más de 90 vehículos con hinchas, además de varios ómnibus que cumplen el servicio Santiago-Mendoza, como también numerosos microbuses contratados. Asimismo, cerca de un centenar de chilenos despidieron en el Hotel Hyatt al plantel trasandino cuando abordó el ómnibus con el ya tradicional “Chi-chi-chi, le-le-le... Viva Chile!”.
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