Unos 600 barras de 46 clubes del fútbol nacional, organizados en la agrupación Hinchadas Unidas Argentinas, lideraron anoche el aliento para el seleccionado.
Enfundados en camperas celestes con la inscripción HUA, los hinchas compartieron la previa del partido en la calle y luego ocuparon la cabecera local con una extensa bandera argentina que mostró los escudos de todos los equipos afiliados. La fracción predominante de la parcialidad de Colón, demoninada “Los de Siempre”, aportó los bombos que marcaron el ritmo de un clima mundialista en la segunda presentación del equipo local.
Antes de ingresar al estadio, especialmente remodelado para la competencia, los barras bebieron pacíficamente sobre la entrada principal del estadio, en la avenida Juan José Pazo. En ese lugar, también se concentraron los atractivos mayores de un espectáculo que superó el hecho meramente deportivo y que reguló el pulso de la ciudad desde la víspera.
Argentinos y colombianos, hermanados por el entusiasmo de un juego que convocó a 30 mil personas, convivieron en la fiesta entre escenarios, música y puntos de encuentro montados por los sponsor del torneo continental más viejo del fútbol mundial.
Dentro de la cancha, la música también acompañó la escena hasta el momento del partido. Videos del grupo rockero Kiss proyectados en la pantalla gigante, el tema oficial de la copa entonado por Diego Torres y el canto de los hinchas no dejaron lapsos de silencio.
Hubo gritos de histeria cuando Lionel Messi, una hora antes del partido, pisó la cancha junto al resto del plantel argentino y muchos silbidos en el momento de irrupción por parte del equipo colombiano.
La presencia del crack rosarino, por primera vez en la ciudad de Santa Fe, generó expresiones de apoyos con diversas banderas.
“¿Messi sos humano?” se preguntaron cinco fanáticos con pelucas multicolores al borde del campo de juego, como síntesis de la admiración despertada por el mejor jugador del mundo durante su paso por el litoral.
Enfundados en camperas celestes con la inscripción HUA, los hinchas compartieron la previa del partido en la calle y luego ocuparon la cabecera local con una extensa bandera argentina que mostró los escudos de todos los equipos afiliados. La fracción predominante de la parcialidad de Colón, demoninada “Los de Siempre”, aportó los bombos que marcaron el ritmo de un clima mundialista en la segunda presentación del equipo local.
Antes de ingresar al estadio, especialmente remodelado para la competencia, los barras bebieron pacíficamente sobre la entrada principal del estadio, en la avenida Juan José Pazo. En ese lugar, también se concentraron los atractivos mayores de un espectáculo que superó el hecho meramente deportivo y que reguló el pulso de la ciudad desde la víspera.
Argentinos y colombianos, hermanados por el entusiasmo de un juego que convocó a 30 mil personas, convivieron en la fiesta entre escenarios, música y puntos de encuentro montados por los sponsor del torneo continental más viejo del fútbol mundial.
Dentro de la cancha, la música también acompañó la escena hasta el momento del partido. Videos del grupo rockero Kiss proyectados en la pantalla gigante, el tema oficial de la copa entonado por Diego Torres y el canto de los hinchas no dejaron lapsos de silencio.
Hubo gritos de histeria cuando Lionel Messi, una hora antes del partido, pisó la cancha junto al resto del plantel argentino y muchos silbidos en el momento de irrupción por parte del equipo colombiano.
La presencia del crack rosarino, por primera vez en la ciudad de Santa Fe, generó expresiones de apoyos con diversas banderas.
“¿Messi sos humano?” se preguntaron cinco fanáticos con pelucas multicolores al borde del campo de juego, como síntesis de la admiración despertada por el mejor jugador del mundo durante su paso por el litoral.
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