Una pesquisa del Parlamento egipcio sobre la muerte de 74 personas en una tragedia en un estadio de fútbol determinó que los fanáticos y la falta de seguridad son los culpables por el peor incidente de este tipo en la historia del país, dijo el domingo el legislador que lidera la investigación.
Los resultados preliminares de la investigación de las muertes de Port Said ofrecieron poco apoyo a la opinión de aquellos egipcios que creían que las muertes fueron el resultado de un complot urdido por elementos dentro de la clase dirigente buscando generar el caos.
Ashraf Thabet, el parlamentario que encabeza la investigación, dio una lista de factores, los que incluyeron a la incitación de los canales de deportes de televisión, como causas del incidente que provocó varios días de violentas protestas, en las cuales otras 16 personas fueron asesinadas.
El incidente ocurrió al final de un partido de fútbol entre el equipo local al-Masry y el Al Ahly, de El Cairo, el equipo de fútbol más exitoso de África.
Testigos del incidente del 2 de febrero han dicho que cientos de hinchas del al-Masry llegaron corriendo al lugar de los visitantes, lo que causó el pánico de los hinchas del Ahly por alcanzar la salida.
Pero las puertas de acero estaban cerradas herméticamente y decenas fueron aplastados hasta morir en la estampida.
Muchos creen que el incidente fue provocado por matones a sueldo.
Thabet habló de instigadores que han usado matones e hinchas para "aprovecharse de la tensión circundando el juego para lograr ganancias políticas", y sin dar mayores detalles dijo, "vamos a anunciar sus nombres".
Los críticos del Gobierno militar dicen que la violencia fue planeada para crear un ambiente de caos que aliente el argumento para sostener un régimen militar.
Thabet dijo que los hinchas no fueron inspeccionados al entrar y que había falta de orden dentro y fuera del estadio.
"La seguridad facilitó, permitió y habilitó esta masacre", dijo. "Las fuerzas de seguridad han fracasado en predecir el problema y controlar la estampida de la multitud", añadió.
Thabet también culpó a los "ultras", los integrantes de barras bravas que regularmente confrontan a la policía antidisturbios en los partidos, y han estado en primera fila de las confrontaciones con las fuerzas de seguridad desde el levantamiento que derrocó a Hosni Mubarak del poder.
El comité dijo que las investigaciones aún seguían y que anunciaría los resultados finales en su último informe, que asignaría responsabilidades políticas por los eventos.
Los resultados preliminares de la investigación de las muertes de Port Said ofrecieron poco apoyo a la opinión de aquellos egipcios que creían que las muertes fueron el resultado de un complot urdido por elementos dentro de la clase dirigente buscando generar el caos.
Ashraf Thabet, el parlamentario que encabeza la investigación, dio una lista de factores, los que incluyeron a la incitación de los canales de deportes de televisión, como causas del incidente que provocó varios días de violentas protestas, en las cuales otras 16 personas fueron asesinadas.
El incidente ocurrió al final de un partido de fútbol entre el equipo local al-Masry y el Al Ahly, de El Cairo, el equipo de fútbol más exitoso de África.
Testigos del incidente del 2 de febrero han dicho que cientos de hinchas del al-Masry llegaron corriendo al lugar de los visitantes, lo que causó el pánico de los hinchas del Ahly por alcanzar la salida.
Pero las puertas de acero estaban cerradas herméticamente y decenas fueron aplastados hasta morir en la estampida.
Muchos creen que el incidente fue provocado por matones a sueldo.
Thabet habló de instigadores que han usado matones e hinchas para "aprovecharse de la tensión circundando el juego para lograr ganancias políticas", y sin dar mayores detalles dijo, "vamos a anunciar sus nombres".
Los críticos del Gobierno militar dicen que la violencia fue planeada para crear un ambiente de caos que aliente el argumento para sostener un régimen militar.
Thabet dijo que los hinchas no fueron inspeccionados al entrar y que había falta de orden dentro y fuera del estadio.
"La seguridad facilitó, permitió y habilitó esta masacre", dijo. "Las fuerzas de seguridad han fracasado en predecir el problema y controlar la estampida de la multitud", añadió.
Thabet también culpó a los "ultras", los integrantes de barras bravas que regularmente confrontan a la policía antidisturbios en los partidos, y han estado en primera fila de las confrontaciones con las fuerzas de seguridad desde el levantamiento que derrocó a Hosni Mubarak del poder.
El comité dijo que las investigaciones aún seguían y que anunciaría los resultados finales en su último informe, que asignaría responsabilidades políticas por los eventos.
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