Hooligans a la carrera y policías cargando tratando de disuadir a casi un centenar de aficionados ingleses.
Es la imagen que dejaban las calles de Oporto donde decenas de hinchas británicos inundan la ciudad para el partido ante Holanda.
La mayor parte, concentrados la fanzone ubicada en este lugar donde un botellazo a un hincha inglés iba a provocar el caos total. Porque en ese momento decenas de hooligans se enfrentaban a aficionados portugueses.
Mientras la policía, desborada en algún momento, trataba de recuperar la normalidad en la zona. Aunque los disturbios seguían entrada la noche, en la que los hooligans seguían adueñándose de toda la ciudad.
Finalmente, dos ultras eran detenidos y otros dos resultaban heridos tras una tarde de vandalismo descontrolado.
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