El comité de competición de la delegación segoviana de la Federación de Fútbol, reunido el 4 de junio, acordó abrir expediente informativo sobre los sucesos acaecidos en Cantalejo, cuando el árbitro de un partido de benjamines suspendió el encuentro que enfrentaba a los briqueros con el CD Claret por, según refleja el acta arbitral, insultos racistas de aficionados contra un niño de Cantalejo y comentarios ofensivos para con otros jugadores.
No hay sanción, pues, al menos en lo deportivo. «Por ley, y una vez concluido el expediente informativo, lo tenemos que remitir a la subdelegación de Gobierno, donde deberán decidir si estamos ante un delito», explica en la federación, donde añaden que «deportivamente no podemos actuar, al parecer son insultos que surgieron del público y no están identificados los autores. Si se va a abordar un expediente informativo que, por ley, se llevará a la subdelegación, donde deberán decidir si se pone en manos de la fiscalía».
El suceso conmocionó al fútbol base segoviano, añadiendo combustible a la polémica sobre el control de las aficiones -los padres- en los equipo de cantera. En un comunicado conjunto, CD Claret y CD Cantalejo se desvinculaban del suceso. “Lamentamos y pedimos disculpas a los niños y sus padres por la situación acontecida pero también reflejando que los clubes no somos responsables de actuaciones o comportamientos que realizan aficionados que acuden a ver los partidos”, señalaban en el escrito en el que igualmente se efectuaba un “llamamiento general a aficionados especialmente y también al resto de personas que rodean el deporte del fútbol” para recordar los valores de “respeto al contrario, la deportividad y la buena educación individual y colectiva”.
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