La policía italiana detuvo ayer a unos 20 radicales de extrema derecha del Lazio y el Roma por pertenecer a una banda criminal que se dedicaba a atacar a las aficiones rivales, agredir a grupos de extracomunitarios y asaltar los centros de reunión de jóvenes de izquierdas.
Varios de ellos -de entre 22 y 35 años y en su mayoría miembros de Forza Nuova, movimiento político de extrema derecha- participaron en noviembre en el asalto a algunas comisarías. Protestaban por la muerte de Gabriele Sandri, aficionado del Lazio que recibió un disparo de un policía.
Entre los arrestados figuran también mujeres, algunas, según el fiscal, "acostumbradas a llevar armas blancas". Armas como las encontradas el día del partido de la Liga de Campeones entre el Roma y el Madrid, en el que fue acuchillado un seguidor blanco, en unos setos: 22 cuchillos de cocina y 22 barras de hierro. Según la investigación, fueron dejadas por seguidores del Lazio, hermanados con los Ultras Sur, del Madrid, para utilizarlas juntos si se producían enfrentamientos con los hinchas del Roma. Para la vuelta, en el Bernabéu el 5 de marzo, se espera a unos 3.000 seguidores del equipo giallorosso y la policía prepara un amplio dispositivo de seguridad.
La operación es el resultado de más de doce meses de indagaciones a través de escuchas telefónicas como ésta: "Vamos a pegar a algún extracomunitario. Y esta vez no se trata de asaltar los centros donde se reúnen los de izquierdas ni de tirar piedras a los autocares de los napolitanos. Hay que hacer las cosas en serio".
Entre los arrestados figuran también mujeres, algunas, según el fiscal, "acostumbradas a llevar armas blancas". Armas como las encontradas el día del partido de la Liga de Campeones entre el Roma y el Madrid, en el que fue acuchillado un seguidor blanco, en unos setos: 22 cuchillos de cocina y 22 barras de hierro. Según la investigación, fueron dejadas por seguidores del Lazio, hermanados con los Ultras Sur, del Madrid, para utilizarlas juntos si se producían enfrentamientos con los hinchas del Roma. Para la vuelta, en el Bernabéu el 5 de marzo, se espera a unos 3.000 seguidores del equipo giallorosso y la policía prepara un amplio dispositivo de seguridad.
La operación es el resultado de más de doce meses de indagaciones a través de escuchas telefónicas como ésta: "Vamos a pegar a algún extracomunitario. Y esta vez no se trata de asaltar los centros donde se reúnen los de izquierdas ni de tirar piedras a los autocares de los napolitanos. Hay que hacer las cosas en serio".
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