Uno de los hijos de Tom Hicks, copropietario del Liverpool, se vio forzado a salir en estampida de un pub de esa ciudad inglesa, en el que se tomaba una pinta para celebrar la victoria del equipo ante el Middlesbrough, por 3-2, con "Hat-Trick" de Fernando torres, ante la ira que le demostraron algunos aficionados.
El momento de ocio de Tommy Hicks "júnior", quien el sábado se había detenido en el pub Sandon del estadio de Anfield para disfrutar de una cerveza tras el compromiso liguero de los "Reds", se vio pronto interrumpida por los cánticos y los insultos de varios hinchas insatisfechos.
Todo comenzó cuando el norteamericano se entretuvo charlando durante varios minutos con algunos aficionados locales que se encontraban en ese local antes de que la escena adquiriera tintes más desagradables.
Lo que pasó a convertirse en discusión acalorada concluyó con algún seguidor escupiendo al hijo de Hicks, al que además le regaron con una pinta de cerveza antes de que los acompañantes del estadounidense le ayudaran a encontrar la salida.
Según escribe un periodista del diario local "The Liverpool Echo" que se encontraba en ese momento en el mismo local, "se oyeron canciones de protesta y de repente la sonrisa de Hicks se transformó en una mueca de preocupación".
Hicks "júnior" actuó el sábado de representante de su padre en Anfield, en un partido en el que también se escucharon desde las gradas los cánticos de protesta de los aficionados dirigidos a la supuesta inestabilidad que los propietarios estadounidenses han traído a ese club.
El incidente se produce en un momento en el que crecen también los rumores que apuntan a que Tom Hicks y su socio, George Gillett podrían estar cerca de vender la entidad.
El momento de ocio de Tommy Hicks "júnior", quien el sábado se había detenido en el pub Sandon del estadio de Anfield para disfrutar de una cerveza tras el compromiso liguero de los "Reds", se vio pronto interrumpida por los cánticos y los insultos de varios hinchas insatisfechos.
Todo comenzó cuando el norteamericano se entretuvo charlando durante varios minutos con algunos aficionados locales que se encontraban en ese local antes de que la escena adquiriera tintes más desagradables.
Lo que pasó a convertirse en discusión acalorada concluyó con algún seguidor escupiendo al hijo de Hicks, al que además le regaron con una pinta de cerveza antes de que los acompañantes del estadounidense le ayudaran a encontrar la salida.
Según escribe un periodista del diario local "The Liverpool Echo" que se encontraba en ese momento en el mismo local, "se oyeron canciones de protesta y de repente la sonrisa de Hicks se transformó en una mueca de preocupación".
Hicks "júnior" actuó el sábado de representante de su padre en Anfield, en un partido en el que también se escucharon desde las gradas los cánticos de protesta de los aficionados dirigidos a la supuesta inestabilidad que los propietarios estadounidenses han traído a ese club.
El incidente se produce en un momento en el que crecen también los rumores que apuntan a que Tom Hicks y su socio, George Gillett podrían estar cerca de vender la entidad.
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