La ciudad del gran Zidane está revuelta. Marsella supura por la herida de los incidentes acaecidos en el Calderón el pasado 1 de octubre. La ciudad al completo está movilizada. Todos sin excepción: aficionados, políticos, simples ciudadanos que no expresan ningún sentimiento futbolístico y, por supuesto, todos los estamentos del club, el Olympique. La tranquilidad lógica de una jornada festiva como la de ayer no es tal.
Después de unas horas en esta ciudad, de leer y escuchar todo lo que se dice al respecto, mucho me temo que Marsella se mantendrá así, en estado de alerta y movilización, hasta que uno de sus aficionados desplazados a Madrid para dicho encuentro no quede en libertad. Santos Mirasierra, 34 años, responsable reconocido de uno de los grupos ultras del equipo, fue detenido la noche del partido y puesto a disposición judicial.
Respaldado.
Desde entonces se encuentra en prisión preventiva dictada por el Juzgado de Instrucción número 33 de Madrid y cuyo titular es Tomás Martín. Se le abrieron diligencias previas por lesiones a un policía que recibió siete puntos de sutura en la cabeza y atentado contra la autoridad.
El presidente del club, Pape Diouf, ha pedido ayuda a los políticos de la ciudad para presionar al Gobierno de la nación y que éste a su vez realice las gestiones oportunas con su homónimo español y ha declarado públicamente que no cesará en su empeño hasta verle libre. Una carta redactada por los aficionados más radicales del club y respaldada por 25.000 firmas fue enviada a Nicolás Sarkozy la semana pasada para que mediara en la liberación del detenido. Ayer mismo los jugadores del equipo salieron con una camiseta al calentamiento previo a su partido de Liga con un mensaje muy significativo: "Liberté pour Santos". En la carta enviada al presidente de la República, la Asociación de Ultras del club, que recluta 5.000 aficionados, adjunta un vídeo de Canal+ España, fotos y el testimonio de dos agentes de la Brigada de Violencia urbana de la ciudad, que acompañaron a los 1.200 aficionados a Madrid, en los que exculpan a Mirasierra de la agresión al policía herido.
La Provence, el periódico más importante de la ciudad y de la región, está realizando un seguimiento diario de la situación del detenido en la cárcel de Soto del Real y este fin de semana publicaba la posibilidad de que el juez fallará hoy lunes el caso o como muy tarde a lo largo de la semana.
Ayer, la prensa francesa en general y la marsellesa en particular volvía a criticar con dureza al Atlético por haber permitido que sus ultras entraran al estadio, en el derbi contra el Madrid, con una pancarta, que exhibieron a lo largo del partido, referente a la muerte del líder ultraderechista austriaco. "Long Haider, descanse en paz", era el texto exacto. Se califica de otro patinazo del club español y se recuerda que no es la primera vez que tolera pancartas racistas en su estadio, publicando la foto de una calavera nazi expuesta en encuentros anteriores al de los incidentes.
Después de unas horas en esta ciudad, de leer y escuchar todo lo que se dice al respecto, mucho me temo que Marsella se mantendrá así, en estado de alerta y movilización, hasta que uno de sus aficionados desplazados a Madrid para dicho encuentro no quede en libertad. Santos Mirasierra, 34 años, responsable reconocido de uno de los grupos ultras del equipo, fue detenido la noche del partido y puesto a disposición judicial.
Respaldado.
Desde entonces se encuentra en prisión preventiva dictada por el Juzgado de Instrucción número 33 de Madrid y cuyo titular es Tomás Martín. Se le abrieron diligencias previas por lesiones a un policía que recibió siete puntos de sutura en la cabeza y atentado contra la autoridad.
El presidente del club, Pape Diouf, ha pedido ayuda a los políticos de la ciudad para presionar al Gobierno de la nación y que éste a su vez realice las gestiones oportunas con su homónimo español y ha declarado públicamente que no cesará en su empeño hasta verle libre. Una carta redactada por los aficionados más radicales del club y respaldada por 25.000 firmas fue enviada a Nicolás Sarkozy la semana pasada para que mediara en la liberación del detenido. Ayer mismo los jugadores del equipo salieron con una camiseta al calentamiento previo a su partido de Liga con un mensaje muy significativo: "Liberté pour Santos". En la carta enviada al presidente de la República, la Asociación de Ultras del club, que recluta 5.000 aficionados, adjunta un vídeo de Canal+ España, fotos y el testimonio de dos agentes de la Brigada de Violencia urbana de la ciudad, que acompañaron a los 1.200 aficionados a Madrid, en los que exculpan a Mirasierra de la agresión al policía herido.
La Provence, el periódico más importante de la ciudad y de la región, está realizando un seguimiento diario de la situación del detenido en la cárcel de Soto del Real y este fin de semana publicaba la posibilidad de que el juez fallará hoy lunes el caso o como muy tarde a lo largo de la semana.
Ayer, la prensa francesa en general y la marsellesa en particular volvía a criticar con dureza al Atlético por haber permitido que sus ultras entraran al estadio, en el derbi contra el Madrid, con una pancarta, que exhibieron a lo largo del partido, referente a la muerte del líder ultraderechista austriaco. "Long Haider, descanse en paz", era el texto exacto. Se califica de otro patinazo del club español y se recuerda que no es la primera vez que tolera pancartas racistas en su estadio, publicando la foto de una calavera nazi expuesta en encuentros anteriores al de los incidentes.
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