Luego del clásico de las colectividades, tres dirigentes de Deportivo Italiano debieron ser hospitalizados tras ser agredidos por hinchas de Deportivo Español. Hubo seis detenidos
Cuando se prohibió la posibilidad de que las parcialidades visitantes concurran a los estadios en los torneos oficiales de ascenso, el mensaje era: “Ahora no va a haber más violencia, el fútbol vuelve a ser seguro”. Grave error, los hechos de violencia no cesan y ahora los que lo sufren son los dirigentes visitantes, los únicos con permiso para presenciar el encuentro.
Este sábado, lo sufrieron los directivos de Deportivo Italiano que jugó el clásico de las colectividades ante Deportivo Español. Tras el triunfo de Hacha por 2-0 los hinchas del “Gallego” fueron a vengar la derrota.
Se armó una trifulca en el playón del estadio de Español. Allí, 40 barrasbravas locales, armados con piedras y palos, comenzaron a agredir a los hinchas de Italiano. El saldo fue muy negativo: tres dirigentes visitantes debieron ser trasladado al Hospital Piñeiro y luego al Ramos Mejía porque los agresores fueron hasta allí y los amenazaron de muerte si declaraban lo ocurrido.
Después de la batalla y del papelón en el Hospital Piñeiro sólo seis personas fueron detenidas. Eran 40 los que participaron, sólo 6 fueron detenidos. La violencia no cesa y las medidas para controlarla se hace cada vez más insostenibles.
Cuando se prohibió la posibilidad de que las parcialidades visitantes concurran a los estadios en los torneos oficiales de ascenso, el mensaje era: “Ahora no va a haber más violencia, el fútbol vuelve a ser seguro”. Grave error, los hechos de violencia no cesan y ahora los que lo sufren son los dirigentes visitantes, los únicos con permiso para presenciar el encuentro.
Este sábado, lo sufrieron los directivos de Deportivo Italiano que jugó el clásico de las colectividades ante Deportivo Español. Tras el triunfo de Hacha por 2-0 los hinchas del “Gallego” fueron a vengar la derrota.
Se armó una trifulca en el playón del estadio de Español. Allí, 40 barrasbravas locales, armados con piedras y palos, comenzaron a agredir a los hinchas de Italiano. El saldo fue muy negativo: tres dirigentes visitantes debieron ser trasladado al Hospital Piñeiro y luego al Ramos Mejía porque los agresores fueron hasta allí y los amenazaron de muerte si declaraban lo ocurrido.
Después de la batalla y del papelón en el Hospital Piñeiro sólo seis personas fueron detenidas. Eran 40 los que participaron, sólo 6 fueron detenidos. La violencia no cesa y las medidas para controlarla se hace cada vez más insostenibles.
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