Este sábado se enfrentaban ambos equipos en el encuentro de la Tercera División Regional Catalana.
En la grada había otros 30 o 40 ultras con pinta de skinheads, algo que sucede cada vez que el Bada Bing se enfrenta a un equipo donde jueguen extranjeros
Por eso, durante toda la semana los de Rosario Central pidieron protección policial a la Federación Catalana y a lo largo del partido llamaron hasta 3 veces a los Mossos. No fue nadie y hasta después de la movida no apareció una patrulla de la Guardia Urbana con los que llegaron a enfrentarse los Boixos sin que hubiese ninguna detención.
Cuando transcurría el minuto 20 de la segunda parte, y Rosario Central ganaba a Bada Bing 3-1, y dos chicos de Rosario hartos de tanto insulto y tantas patadas amagan con irse del campo. En ese momento, todo el equipo de Bada Bing empiezan a agredirles mientras los de la grada se van a los coches a por bates de beisbol. Les dan una paliza y acaban diez integrantes (el presidente, la secretaria, el director técnico y siete jugadores) en el hospital: uno con los dientes rotos, otro con la cara partida por varios sitios y completamente desfigurada y el más grave, que ha pasado la noche en el Hospital del Mar y ha sido dado de alta, sufre una fisura en la costilla, la oreja derecha casi desprendida por lo que le han tenido que dar diez puntos de sutura y le tienen que hacer pruebas en el oído porque podría haber perdido audición.
El árbitro era peruano y le estuvieron insultando durante todo el partido. En cuanto empezaron los incidentes, se encerró bajo llave en el vestuario y no salió hasta que llegó la Guardia Urbana. El colegiado, como intuía lo que podía suceder, llevó a un amigo para que lo grabase todo y puso en el acta que aportaría las imágenes como prueba. Los Mossos d'Esquadra le han requerido el video de la agresión y le ha prohibido que se lo entreguen a nuestros compañeros de Cuatro.
La secretaría de Rosario Central sacó fotos de toda la paliza, pero 7 Boixos Nois la vieron y cuando se negó a darles la tarjeta de memoria, la partieron un palo de escoba en la cabeza y se la quitaron.
Los jugadores de Rosario Central han puesto una denuncia contra los ultras que le dieron la paliza y se están planteando poner otra contra la Federación Catalana de Fútbol por negligencia, al no avisar a la Policía y por pemitir que los Boixos Nois sigan jugando al fútbol.
En la grada había otros 30 o 40 ultras con pinta de skinheads, algo que sucede cada vez que el Bada Bing se enfrenta a un equipo donde jueguen extranjeros
Por eso, durante toda la semana los de Rosario Central pidieron protección policial a la Federación Catalana y a lo largo del partido llamaron hasta 3 veces a los Mossos. No fue nadie y hasta después de la movida no apareció una patrulla de la Guardia Urbana con los que llegaron a enfrentarse los Boixos sin que hubiese ninguna detención.
Cuando transcurría el minuto 20 de la segunda parte, y Rosario Central ganaba a Bada Bing 3-1, y dos chicos de Rosario hartos de tanto insulto y tantas patadas amagan con irse del campo. En ese momento, todo el equipo de Bada Bing empiezan a agredirles mientras los de la grada se van a los coches a por bates de beisbol. Les dan una paliza y acaban diez integrantes (el presidente, la secretaria, el director técnico y siete jugadores) en el hospital: uno con los dientes rotos, otro con la cara partida por varios sitios y completamente desfigurada y el más grave, que ha pasado la noche en el Hospital del Mar y ha sido dado de alta, sufre una fisura en la costilla, la oreja derecha casi desprendida por lo que le han tenido que dar diez puntos de sutura y le tienen que hacer pruebas en el oído porque podría haber perdido audición.
El árbitro era peruano y le estuvieron insultando durante todo el partido. En cuanto empezaron los incidentes, se encerró bajo llave en el vestuario y no salió hasta que llegó la Guardia Urbana. El colegiado, como intuía lo que podía suceder, llevó a un amigo para que lo grabase todo y puso en el acta que aportaría las imágenes como prueba. Los Mossos d'Esquadra le han requerido el video de la agresión y le ha prohibido que se lo entreguen a nuestros compañeros de Cuatro.
La secretaría de Rosario Central sacó fotos de toda la paliza, pero 7 Boixos Nois la vieron y cuando se negó a darles la tarjeta de memoria, la partieron un palo de escoba en la cabeza y se la quitaron.
Los jugadores de Rosario Central han puesto una denuncia contra los ultras que le dieron la paliza y se están planteando poner otra contra la Federación Catalana de Fútbol por negligencia, al no avisar a la Policía y por pemitir que los Boixos Nois sigan jugando al fútbol.
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