El comité organizador se apresuró hoy a descartar que dentro de 15 meses se pueda producir una catástrofe como la que el domingo causó 22 muertos por una abalancha antes del partido entre Costa de Marfil y Malawi
A su vez, la FIFA mostró su pesar y pidió un informe detallado de lo acontecido en Abidjan antes del choque por las eliminatorias mundialistas.
El interés suscitado por el regreso al equipo marfileño del delantero del Chelsea Didier Drogba hizo que los hinchas locales colmaran el estadio Houphouet-Boigny, que tuvo una asistencia de 36 mil espectadores para ver el domingo el partido de clasificación para el Mundial 2010 entre el combinado local y la selección de Malawi.
A pesar de que todas las localidades ya estaban vendidas, una masa de gente en el exterior trató de acceder al estadio. El derrumbe de un muro en el abarrotado recinto provocó el pánico entre los asistentes, causando avalanchas que dejaron además de los 22 muertos, más de 130 heridos.
"En nombre de la FIFA y de la familia mundial del fútbol, me gustaría expresar mi dolor y trasladar nuestras condolencias a la comunidad del fútbol de Costa de Marfil, y aún más importante, a las familias, amigos y allegados de los fallecidos trágicamente en Abidjan", dijo el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, en un comunicado.
"La FIFA pidió un informe completo, tanto a la Federación de Fútbol de Costa de Marfil como a las autoridades locales, para establecer la secuencia de los sucesos ocurridos en el exterior, antes de que comenzara el partido", advirtió el organismo.
"Una vez la FIFA reciba el informe, estaremos en posición de hacer nuevos comentarios, a la vez que continúan nuestros esfuerzos para asegurar que estas trágicas circunstancias no vuelvan a suceder", añadió.
El portavoz del comité organizador del Mundial de Sudáfrica 2010, Danny Jordaan, descartó la posibilidad de que un desastre similar ocurra durante la fase final del torneo.
"Los problemas que en Africa provocan a menudo pánico de masas no se darán en el Mundial", aseguró hoy en Johannesburgo Jordaan.
En África, muchos aficionados compran las entradas en el estadio poco antes del comienzo del partido. La masa de gente impaciente puede provocar pánico, explicó.
Antes de que se produjera la tragedia, los hinchas ya acosaron a los futbolistas, sobre todo al jugador del Chelsea Drogba, ídolo nacional.
Testigos y supervivientes aseguraron que a cambio de un soborno, la policía dejó pasar a gente sin entrada a un estadio repleto.
Con las puertas del estadio cerradas, la policía lanzó gas lacrimógeno contra la masa, dijo Mouamé Kouassie al periódico local "Le Noveau Reveil". Una vez cayó el muro, cundió el pánico.
"Huía de la gente que corría en mi dirección", dijo el joven Mezo Firmin. Su amigo Adama no tuvo tanta suerte y fue aplastado por la multitud.
"Debemos llegar lo más lejos posible en la clasificación por las personas que han muerto", dijo el jugador marfileño del Barcelona Yaya Toure.
La tragedia lanzó nuevas preguntas sobre la seguridad de los estadios en Africa, ya que no es la primera vez que esto ocurre en el continente. En abril de 2001 murieron 43 personas en el estadio Ellis Park de Johannesburgo a causa de un derrumbe. Un mes más tarde, se repitió un infortunio similar. Esta vez fallecieron 126 personas en la capital de Ghana, Accra.
Materiales de mala calidad, deficientes inspecciones de obras y una construcción precaria son las causas más habituales de estos desastres. No es extraño ver a operarios subir hasta un cuarto o quinto piso sin casco y sin calzado adecuado, escalando sobre andamios de madera y sólo sujetos con unas cuerdas.
A su vez, la FIFA mostró su pesar y pidió un informe detallado de lo acontecido en Abidjan antes del choque por las eliminatorias mundialistas.
El interés suscitado por el regreso al equipo marfileño del delantero del Chelsea Didier Drogba hizo que los hinchas locales colmaran el estadio Houphouet-Boigny, que tuvo una asistencia de 36 mil espectadores para ver el domingo el partido de clasificación para el Mundial 2010 entre el combinado local y la selección de Malawi.
A pesar de que todas las localidades ya estaban vendidas, una masa de gente en el exterior trató de acceder al estadio. El derrumbe de un muro en el abarrotado recinto provocó el pánico entre los asistentes, causando avalanchas que dejaron además de los 22 muertos, más de 130 heridos.
"En nombre de la FIFA y de la familia mundial del fútbol, me gustaría expresar mi dolor y trasladar nuestras condolencias a la comunidad del fútbol de Costa de Marfil, y aún más importante, a las familias, amigos y allegados de los fallecidos trágicamente en Abidjan", dijo el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, en un comunicado.
"La FIFA pidió un informe completo, tanto a la Federación de Fútbol de Costa de Marfil como a las autoridades locales, para establecer la secuencia de los sucesos ocurridos en el exterior, antes de que comenzara el partido", advirtió el organismo.
"Una vez la FIFA reciba el informe, estaremos en posición de hacer nuevos comentarios, a la vez que continúan nuestros esfuerzos para asegurar que estas trágicas circunstancias no vuelvan a suceder", añadió.
El portavoz del comité organizador del Mundial de Sudáfrica 2010, Danny Jordaan, descartó la posibilidad de que un desastre similar ocurra durante la fase final del torneo.
"Los problemas que en Africa provocan a menudo pánico de masas no se darán en el Mundial", aseguró hoy en Johannesburgo Jordaan.
En África, muchos aficionados compran las entradas en el estadio poco antes del comienzo del partido. La masa de gente impaciente puede provocar pánico, explicó.
Antes de que se produjera la tragedia, los hinchas ya acosaron a los futbolistas, sobre todo al jugador del Chelsea Drogba, ídolo nacional.
Testigos y supervivientes aseguraron que a cambio de un soborno, la policía dejó pasar a gente sin entrada a un estadio repleto.
Con las puertas del estadio cerradas, la policía lanzó gas lacrimógeno contra la masa, dijo Mouamé Kouassie al periódico local "Le Noveau Reveil". Una vez cayó el muro, cundió el pánico.
"Huía de la gente que corría en mi dirección", dijo el joven Mezo Firmin. Su amigo Adama no tuvo tanta suerte y fue aplastado por la multitud.
"Debemos llegar lo más lejos posible en la clasificación por las personas que han muerto", dijo el jugador marfileño del Barcelona Yaya Toure.
La tragedia lanzó nuevas preguntas sobre la seguridad de los estadios en Africa, ya que no es la primera vez que esto ocurre en el continente. En abril de 2001 murieron 43 personas en el estadio Ellis Park de Johannesburgo a causa de un derrumbe. Un mes más tarde, se repitió un infortunio similar. Esta vez fallecieron 126 personas en la capital de Ghana, Accra.
Materiales de mala calidad, deficientes inspecciones de obras y una construcción precaria son las causas más habituales de estos desastres. No es extraño ver a operarios subir hasta un cuarto o quinto piso sin casco y sin calzado adecuado, escalando sobre andamios de madera y sólo sujetos con unas cuerdas.
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