El Juzgado de lo Penal número Cuatro de Santander ha condenado a un total de cuatro años de prisión por los delitos de atentado a la autoridad y lesiones a tres aficionados que agredieron a unos policías a la salida del partido entre el Racing de Santander y el Atlétic de Bilbao que se disputó en la capital cántabra el 17 de abril de 2005.
También condena a uno de ellos por dos faltas de lesiones a 800 euros de multa en total. Además, los tres deberán indemnizar a las víctimas con un total de 6.250 euros en concepto de responsabilidad civil, y correr con el pago de las costas procesales.
Según relata la sentencia, los acusados acudieron al estadio del Sardinero a presenciar el partido, y a la salida por la zona vallada y acotada al efecto, uno de ellos, Federico DT., comunicó a un policía que su mujer había sido agredida con un objeto contundente por un aficionado. Cuando el agente se volvió para preguntar a un compañero si había visto la agresión, el acusado aprovechó para, a través del vallado, propinarle un puñetazo en un costado y salir corriendo.
Cuando fueron a identificarle, lanzó patadas y puñetazos contra los policías y a uno de ellos le quitó el casco. A consecuencia de la agresión, un agente sufrió contusión costal severa, de la que tardó en curarse 18 días en los que estuvo impedido para su actividad habitual, y el otro un hematoma en la pelvis, en cuya curación empleó 15 días no impeditivos.
Al ver lo ocurrido, un amigo suyo, Ricardo B.R., acudió en su ayuda y golpeó a otro de ellos agentes, arrojándole contra un vehículo de venta de helados que se encontraba en el lugar, causándole una fractura de costilla de la que tardó en curarse 60 días impeditivos.
Por su parte, el tercer acusado, Unai D.R., amigo de los anteriores, comenzó a gritar a los policías "hijos de puta" y "asesinos" y a propinar a un agente patadas y puñetazos que le causaron traumatismo en un dedo con esguince, del que tardó en curarse 38 días impeditivos.
La sentencia señala que la tramitación de esta causa se ha extendido más tiempo del que hubiera sido necesario, al estar paralizada entre el 9 de febrero y el 18 de diciembre de 2006, fecha en que se acordó la declaración de los imputados, pese a que ya la habían prestado. Además, no se practicó ninguna diligencia ni se dictó nueva resolución hasta el 7 de junio de 2007, razones por las que en las penas aplica la atenuante de dilaciones indebidas.
A los tres acusados les impone un año de cárcel por un delito de atentado a la autoridad, y a Ricardo B. y Unai D., seis meses a cada uno por sendos delitos de lesiones. Además, Federico DT. deberá pagar una multa de 800 euros por dos faltas de lesiones y una indemnización total de 1.350 a los dos agentes a los que agredió.
Por su parte, Ricardo B. tendrá que indemnizar al policía al que lesionó con 3.000 euros, y Unai D. con 1.900 euros al que fue víctima de su agresión.
También condena a uno de ellos por dos faltas de lesiones a 800 euros de multa en total. Además, los tres deberán indemnizar a las víctimas con un total de 6.250 euros en concepto de responsabilidad civil, y correr con el pago de las costas procesales.
Según relata la sentencia, los acusados acudieron al estadio del Sardinero a presenciar el partido, y a la salida por la zona vallada y acotada al efecto, uno de ellos, Federico DT., comunicó a un policía que su mujer había sido agredida con un objeto contundente por un aficionado. Cuando el agente se volvió para preguntar a un compañero si había visto la agresión, el acusado aprovechó para, a través del vallado, propinarle un puñetazo en un costado y salir corriendo.
Cuando fueron a identificarle, lanzó patadas y puñetazos contra los policías y a uno de ellos le quitó el casco. A consecuencia de la agresión, un agente sufrió contusión costal severa, de la que tardó en curarse 18 días en los que estuvo impedido para su actividad habitual, y el otro un hematoma en la pelvis, en cuya curación empleó 15 días no impeditivos.
Al ver lo ocurrido, un amigo suyo, Ricardo B.R., acudió en su ayuda y golpeó a otro de ellos agentes, arrojándole contra un vehículo de venta de helados que se encontraba en el lugar, causándole una fractura de costilla de la que tardó en curarse 60 días impeditivos.
Por su parte, el tercer acusado, Unai D.R., amigo de los anteriores, comenzó a gritar a los policías "hijos de puta" y "asesinos" y a propinar a un agente patadas y puñetazos que le causaron traumatismo en un dedo con esguince, del que tardó en curarse 38 días impeditivos.
La sentencia señala que la tramitación de esta causa se ha extendido más tiempo del que hubiera sido necesario, al estar paralizada entre el 9 de febrero y el 18 de diciembre de 2006, fecha en que se acordó la declaración de los imputados, pese a que ya la habían prestado. Además, no se practicó ninguna diligencia ni se dictó nueva resolución hasta el 7 de junio de 2007, razones por las que en las penas aplica la atenuante de dilaciones indebidas.
A los tres acusados les impone un año de cárcel por un delito de atentado a la autoridad, y a Ricardo B. y Unai D., seis meses a cada uno por sendos delitos de lesiones. Además, Federico DT. deberá pagar una multa de 800 euros por dos faltas de lesiones y una indemnización total de 1.350 a los dos agentes a los que agredió.
Por su parte, Ricardo B. tendrá que indemnizar al policía al que lesionó con 3.000 euros, y Unai D. con 1.900 euros al que fue víctima de su agresión.
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