La Comisión Estatal Antiviolencia ha resuelto sancionar a un total de nueve aficionados ultra del CD Castellón con 6.000 euros de multa y la prohibición de acceder tanto al estadio municipal de Castalia como a cualquier otro recinto deportivo por un periodo de un año por el comportamiento de corte racista y xenófobo del que hicieron gala los ahora sancionados el pasado 13 de agosto.
Los hechos ocurrieron en el estadio de la capital de La Plana durante la celebración del encuentro oficial de presentación del conjunto albinegro ante el Atlético de Madrid.
En el transcurso del partido, varios seguidores locales se dedicaron a insultar y proferir gritos de carácter racista cada vez que uno de los jugadores del equipo visitante tocaba el balón.
Tales hechos obligaron incluso al juez árbitro a detener temporalmente el curso del encuentro e incluso, alrededor del minuto ochenta, el «speaker» de Castalia se vio obligado a utilizar el servicio de megafonía del estadio para llamar la atención al sector minoritario de las gradas que emitía gritos racistas hacia jugadores del Atlético de Madrid.
Una vez finalizado el choque y, ante estos hechos lamentables, el Coordinador de Seguridad e Inspector del Cuerpo Nacional de Policía que dirige, coordina y organiza los servicios de seguridad y adopta las medidas preventivas que se llevan a cabo durante los encuentros, instó al club albinegro a la identificación de los autores de los citados insultos y a la aplicación del Protocolo de Actuaciones contra el Racismo, la Xenofobia y la intolerancia en el Fútbol.
Identificados en agosto
Los aficionados albinegros, todos ellos de carácter ultra, fueron identificados durante el partido que los de La Plana disputaron contra el Hércules con motivo del primer partido de Liga el pasado 31 de agosto. Desde entonces, como medida adicional para castigar su conducta antideportiva, el club castellonense optó por rescindirles el abono que habían adquirido para asistir a los diferentes partidos de la presente campaña, además de prohibirles de manera tajante la entrada al estadio municipal de Castalia.
Junto a estas medidas, la Comisión Estatal Antiviolencia ha resuelto sancionarlos de forma adicional. En concreto, cada uno de los implicados en este nuevo caso de violencia verbal en el deporte deberá abonar una multa de 6.000 euros y no podrá acceder a ningún recinto deportivo nacional por un periodo de doce meses.
La medida supone el cumplimiento de la normativa vigente contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, sanción impuesta por la Comisión Estatal Antiviolencia, motivada por el Informe que el Coordinador de Seguridad al mando del Dispositivo formado por los Agentes del Cuerpo Nacional de Policía emitió tras los hechos ocurridos en el terreno de juego castellonense.
Los hechos ocurrieron en el estadio de la capital de La Plana durante la celebración del encuentro oficial de presentación del conjunto albinegro ante el Atlético de Madrid.
En el transcurso del partido, varios seguidores locales se dedicaron a insultar y proferir gritos de carácter racista cada vez que uno de los jugadores del equipo visitante tocaba el balón.
Tales hechos obligaron incluso al juez árbitro a detener temporalmente el curso del encuentro e incluso, alrededor del minuto ochenta, el «speaker» de Castalia se vio obligado a utilizar el servicio de megafonía del estadio para llamar la atención al sector minoritario de las gradas que emitía gritos racistas hacia jugadores del Atlético de Madrid.
Una vez finalizado el choque y, ante estos hechos lamentables, el Coordinador de Seguridad e Inspector del Cuerpo Nacional de Policía que dirige, coordina y organiza los servicios de seguridad y adopta las medidas preventivas que se llevan a cabo durante los encuentros, instó al club albinegro a la identificación de los autores de los citados insultos y a la aplicación del Protocolo de Actuaciones contra el Racismo, la Xenofobia y la intolerancia en el Fútbol.
Identificados en agosto
Los aficionados albinegros, todos ellos de carácter ultra, fueron identificados durante el partido que los de La Plana disputaron contra el Hércules con motivo del primer partido de Liga el pasado 31 de agosto. Desde entonces, como medida adicional para castigar su conducta antideportiva, el club castellonense optó por rescindirles el abono que habían adquirido para asistir a los diferentes partidos de la presente campaña, además de prohibirles de manera tajante la entrada al estadio municipal de Castalia.
Junto a estas medidas, la Comisión Estatal Antiviolencia ha resuelto sancionarlos de forma adicional. En concreto, cada uno de los implicados en este nuevo caso de violencia verbal en el deporte deberá abonar una multa de 6.000 euros y no podrá acceder a ningún recinto deportivo nacional por un periodo de doce meses.
La medida supone el cumplimiento de la normativa vigente contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, sanción impuesta por la Comisión Estatal Antiviolencia, motivada por el Informe que el Coordinador de Seguridad al mando del Dispositivo formado por los Agentes del Cuerpo Nacional de Policía emitió tras los hechos ocurridos en el terreno de juego castellonense.
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