Un joven de 24 años denunciará a los Mossos d’Esquadra por haber perdido el ojo derecho durante la carga policial que se desencadenó tras las celebraciones de la victoria de España en el Mundial de Fútbol cerca de la plaza de España de Barcelona, según asegura, por recibir un golpe de una pelota de goma lanzada por la policía.
Nicola T., un chico italiano que lleva varios meses viviendo en Barcelona, ha explicado: “La noche del Mundial, después que España ganó, fui a plaza España para ver la fiesta de los españoles”, aunque después “empezó la guerra, llegaron muchos furgones y un mosso d’Esquadra me ha disparado y me ha hecho perder un ojo”.
Nicola T. todavía está en el hospital recuperándose de sus heridas, después de ingresar de urgencia la madrugada del 12 de julio, y según consta en el parte médico de su primera asistencia, el diagnóstico principal en el momento de su traslado en ambulancia fue una “contusión ocular con posible estallido del globo”.
Su abogado, Pere Picón, que la próxima semana presentarán la denuncia contra los Mossos por lesiones en el juzgado y que se ha demorado hasta ahora porque ha estado recabando todos los testimonios posibles.
Nicola T. explica que todo ocurrió pasadas la una de la madrugada a la altura del número 347 de la Gran Via, cuando él estaba entre las mesas de una terraza de bar donde se refugió al ver la llegada de los furgones de los antidisturbios.
“Me acerqué a este bar porque estaba lleno de personas, porque vi allí a jóvenes y familias, yo estaba un poco asustado, pero tranquilo de que no estaba pasando nada, no había seguidores que estuvieran enfadados”, ha relatado.
Ha especificado que “no había ningún tipo de violencia, en plaza de España la gente estaba feliz, estaba contenta, hacía fiesta”, aunque sí podía haber unas cuantas personas que estuvieran borrachas. Ha dicho que no vio ningún accidente, y de pronto vio llegar a los vehículos policiales “y estaba muy asustado”.
Recuerda que al recibir el golpe, que no sabe concretar de donde le llegó, lo que sintió fue “horrible” porque a raíz del impacto pegó un salto, aunque no perdió la conciencia, cayó al suelo y al sentir dolor en el ojo comprendió que había recibido un golpe.
“Fue un momento horrible”, ha explicado el joven, que ha añadido que “afortunadamente había unos cuantos que estaban cerca de mí e intentaron ayudarme en todo lo posible”. “Es absurdo que un día de fiesta sea posible que los mossos puedan venir, como si hubiera una guerra, y disparando a la gente normal”, ha opinado.
Nicola T., un chico italiano que lleva varios meses viviendo en Barcelona, ha explicado: “La noche del Mundial, después que España ganó, fui a plaza España para ver la fiesta de los españoles”, aunque después “empezó la guerra, llegaron muchos furgones y un mosso d’Esquadra me ha disparado y me ha hecho perder un ojo”.
Nicola T. todavía está en el hospital recuperándose de sus heridas, después de ingresar de urgencia la madrugada del 12 de julio, y según consta en el parte médico de su primera asistencia, el diagnóstico principal en el momento de su traslado en ambulancia fue una “contusión ocular con posible estallido del globo”.
Su abogado, Pere Picón, que la próxima semana presentarán la denuncia contra los Mossos por lesiones en el juzgado y que se ha demorado hasta ahora porque ha estado recabando todos los testimonios posibles.
Nicola T. explica que todo ocurrió pasadas la una de la madrugada a la altura del número 347 de la Gran Via, cuando él estaba entre las mesas de una terraza de bar donde se refugió al ver la llegada de los furgones de los antidisturbios.
“Me acerqué a este bar porque estaba lleno de personas, porque vi allí a jóvenes y familias, yo estaba un poco asustado, pero tranquilo de que no estaba pasando nada, no había seguidores que estuvieran enfadados”, ha relatado.
Ha especificado que “no había ningún tipo de violencia, en plaza de España la gente estaba feliz, estaba contenta, hacía fiesta”, aunque sí podía haber unas cuantas personas que estuvieran borrachas. Ha dicho que no vio ningún accidente, y de pronto vio llegar a los vehículos policiales “y estaba muy asustado”.
Recuerda que al recibir el golpe, que no sabe concretar de donde le llegó, lo que sintió fue “horrible” porque a raíz del impacto pegó un salto, aunque no perdió la conciencia, cayó al suelo y al sentir dolor en el ojo comprendió que había recibido un golpe.
“Fue un momento horrible”, ha explicado el joven, que ha añadido que “afortunadamente había unos cuantos que estaban cerca de mí e intentaron ayudarme en todo lo posible”. “Es absurdo que un día de fiesta sea posible que los mossos puedan venir, como si hubiera una guerra, y disparando a la gente normal”, ha opinado.
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