Un total de 249 aficionados fueron inhibidos para concurrir a cualquier manifestación deportiva por un período de tres semanas, lo que constituye una cifra record en la lucha contra la violencia en los estadios.
La decisión, en línea con la política de mano dura contra los violentos y con la profundización de las medidas adoptadas por el gobierno en materia de seguridad, fue adoptada tras los desmanes en París Saint Germain-Saint Etienne el fin de semana.
Para lograr que la inhibición se cumpla a rajatabla, las autoridades pondrán en marcha un operativo especial que impedirá a los alcanzados por la medida a concurrir a las canchas desde el 15 de agosto, cuando París Saint Germain juegue con Lille.
En el marco de ese mismo operativo, los fanáticos del club de la capital serán escoltados por la policía desde su partida de París hasta su llegada al estadio de Lille, donde se jugará el partido por la segunda fecha del campeonato francés.
Cerca de 300 simpatizantes del París Saint Germain protestaron con violencia por la aplicación de normas más duras y restrictivas en los ingresos a los estadios, donde se aplicó el derecho de admisión.
Esto ocurrió previo a los choques que esos mismos aficionados protagonizaron con la policía, que reprimió con gases lacrimógenos y arrestó a 249 personas, sólo dos de las cuales eran simpatizantes de Saint Etienne.
"Los violentos y los racistas ya no tienen lugar en los estadios", reiteró el ministro del Interior, Brice Hortefeux.
La decisión, en línea con la política de mano dura contra los violentos y con la profundización de las medidas adoptadas por el gobierno en materia de seguridad, fue adoptada tras los desmanes en París Saint Germain-Saint Etienne el fin de semana.
Para lograr que la inhibición se cumpla a rajatabla, las autoridades pondrán en marcha un operativo especial que impedirá a los alcanzados por la medida a concurrir a las canchas desde el 15 de agosto, cuando París Saint Germain juegue con Lille.
En el marco de ese mismo operativo, los fanáticos del club de la capital serán escoltados por la policía desde su partida de París hasta su llegada al estadio de Lille, donde se jugará el partido por la segunda fecha del campeonato francés.
Cerca de 300 simpatizantes del París Saint Germain protestaron con violencia por la aplicación de normas más duras y restrictivas en los ingresos a los estadios, donde se aplicó el derecho de admisión.
Esto ocurrió previo a los choques que esos mismos aficionados protagonizaron con la policía, que reprimió con gases lacrimógenos y arrestó a 249 personas, sólo dos de las cuales eran simpatizantes de Saint Etienne.
"Los violentos y los racistas ya no tienen lugar en los estadios", reiteró el ministro del Interior, Brice Hortefeux.
No hay comentarios:
Publicar un comentario