El plantel de Gutiérrez estaba reunido en los portones del parque dispuesto a comenzar con el entrenamiento de rutina, pero de repente aparecieron seis hinchas de Peñarol de Uruguay que comenzaron a agredir verbalmente a los jugadores sin ningún tipo de explicación.
Aunque más tranquilo y frío luego de los acontecimientos, desde el cuerpo técnico “Celeste”creen que tal vez haya sido porque Patricio Riquero, delantero del equipo, estaba con una camiseta del Tomba, rival del “Carbonero” anoche en la Copa Libertadores.
Estos seis inadaptados se fueron multiplicando (llegaron a ser cerca de sesenta) y muchos portaban cuchillos y botellas rotas, con los cuales estuvieron muy cerca de lastimar al mediocampista Emiliano Rodríguez. “ Le rozaron el brazo, por suerte no lo cortaron”, declaró Alfredo Funes, entrenador del elenco gutierrino.
Por otro lado, un grupo tiraba piedras sin ningún tipo de miramientos - una pegó en un juvenil del club- mientras que Marcelo Rivero buscaba defenderse a las piñas con varios de los exaltados simpatizantes uruguayos.
Los futbolistas tuvieron que salir corriendo y tomaron distintas direcciones en el General San Martín, y luego de un buen rato se volvieron a juntar en un lugar cercano.
Aunque no existió denuncia, el adiestrador del conjunto hizo un llamado telefónico y a los pocos minutos se hizo presente un móvil policial. Se desconoce si detuvieron a algunos de los hinchas visitantes.
El grupo “Celeste se trasladó hasta el predio de la Cóndor para ahí sí llevar a cabo la práctica física prevista antes de los hechos violentos.
“Realmente fue una locura inexplicable, de terror. No puede ser que lleguen estas personas a nuestra provincia y hagan lo que quieran. Podría haber sido peor, estaban exaltados y nos comenzaron a agredir sin ningún tipo de motivos. Los chicos la pasaron realmente mal”, concluyó Freddy Funes sobre la tarde de terror que les tocó vivir.
Aunque más tranquilo y frío luego de los acontecimientos, desde el cuerpo técnico “Celeste”creen que tal vez haya sido porque Patricio Riquero, delantero del equipo, estaba con una camiseta del Tomba, rival del “Carbonero” anoche en la Copa Libertadores.
Estos seis inadaptados se fueron multiplicando (llegaron a ser cerca de sesenta) y muchos portaban cuchillos y botellas rotas, con los cuales estuvieron muy cerca de lastimar al mediocampista Emiliano Rodríguez. “ Le rozaron el brazo, por suerte no lo cortaron”, declaró Alfredo Funes, entrenador del elenco gutierrino.
Por otro lado, un grupo tiraba piedras sin ningún tipo de miramientos - una pegó en un juvenil del club- mientras que Marcelo Rivero buscaba defenderse a las piñas con varios de los exaltados simpatizantes uruguayos.
Los futbolistas tuvieron que salir corriendo y tomaron distintas direcciones en el General San Martín, y luego de un buen rato se volvieron a juntar en un lugar cercano.
Aunque no existió denuncia, el adiestrador del conjunto hizo un llamado telefónico y a los pocos minutos se hizo presente un móvil policial. Se desconoce si detuvieron a algunos de los hinchas visitantes.
El grupo “Celeste se trasladó hasta el predio de la Cóndor para ahí sí llevar a cabo la práctica física prevista antes de los hechos violentos.
“Realmente fue una locura inexplicable, de terror. No puede ser que lleguen estas personas a nuestra provincia y hagan lo que quieran. Podría haber sido peor, estaban exaltados y nos comenzaron a agredir sin ningún tipo de motivos. Los chicos la pasaron realmente mal”, concluyó Freddy Funes sobre la tarde de terror que les tocó vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario