El CSKA de Sofía ha sido multado con 4.240 dólares (poco más de 3.000 euros) y con jugar su próximo partido como local lejos de su estadio, después de que unos 3.500 aficionado provocaran destrozos en buena parte de la ciudad tras ser expulsados del campo en el descanso del derbi ante el Levski.
La comisión de la Federación Búlgara de Fútbol ha acordado también multar al equipo visitante con 2.120 dólares (poco más de 1.500 euros), después de que su afición lanzara objetos al campo durante el partido.
Las escenas de violencia de los hinchas más radicales no pararon en el recinto, sino que continuaron por la capital búlgara, donde fueron dañados varios autobuses, coches y tiendas.
La policía, que ha negado que usara tácticas extremas para aplacar la situación, arrestó a 23 aficionados el sábado, pero ya ha manifestado que el número aumentará cuando estudien las cintas de vídeo.
La comisión de la Federación Búlgara de Fútbol ha acordado también multar al equipo visitante con 2.120 dólares (poco más de 1.500 euros), después de que su afición lanzara objetos al campo durante el partido.
Las escenas de violencia de los hinchas más radicales no pararon en el recinto, sino que continuaron por la capital búlgara, donde fueron dañados varios autobuses, coches y tiendas.
La policía, que ha negado que usara tácticas extremas para aplacar la situación, arrestó a 23 aficionados el sábado, pero ya ha manifestado que el número aumentará cuando estudien las cintas de vídeo.
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