La operación salida de Semana Santa tendrá hoy ración doble desde Barcelona y Madrid. A la tradicional huida de ciudadanos de estas dos grandes urbes por estas fechas se unirá la caravana de seguidores barcelonistas y merengues hacia Valencia. Se espera que entre 20.000 y 25.000 aficionados de cada equipo se desplacen hasta la capital levantina, lista para acoger la fiesta mayor del fútbol español: la final de Copa.
Miles de culés partirán hoy hacia la capital del Turia (los responsables del tráfico recomiendan salir pronto para evitar retenciones) con un sentimiento de felicidad no muy lejano. Y es que hace tan solo dos años que los barcelonistas ya emprendieron la misma ruta para vivir el inicio de la gloriosa era Guardiola. Entonces el rival era el Athletic de Bilbao, que goleó en la grada (el club rojiblanco dispuso de muchas más entradas que las 18.500 entregadas al Barça) pero acabó vapuleado en el campo. Eso sí, la final fue un ejemplo de hermandad entre aficiones, algo que, desde luego, no se espera hoy. Más bien todo lo contrario. De ahí las llamadas a la calma, especialmente de Guardiola.
Asfalto azulgrana
Los cerca de 20.000 aficionados del Barça tienen ya lista la fan zone en el paseo de los Naranjos, un enclave que a muchos también les sonará, ya que es la misma ubicación en la que fueron situados hace dos años. Del total de barcelonistas, la mayoría de ellos (unos 15.000) se desplazarán en coches particulares, convirtiendo la autopista AP-7 en la ruta más azulgrana de todas. Del resto, unos 4.500 aficionados partirán en los trenes y autocares fletados por Halcón, la nueva agencia de viajes del club que se enfrenta a su primera gran prueba de fuego.
La llegada de seguidores de ambos equipos se convertirá en un degoteo interminable durante toda la mañana y parte de la tarde, en función de la fluidez del tráfico. La zona preparada para los seguidores, tanto la del Barça como la del Madrid, se abrirá a las 10 de la mañana y cerrará a las 19.30 horas, dos horas antes del inicio de la final. Tanto culés como madridistas podrán comer y beber en sus respectivas áreas (los aficionados merengues estarán en el paseo de la Albareda) y disfrutar de actuaciones musicales en directo así como de talleres y atracciones.
Lo que no se hará en las respectivas fan zone es la retransmisión en directo del partido, para evitar aglomeraciones y posibles incidentes. No obstante, Barça TV sí tiene previsto montar una pantalla gigante para que los aficionados puedan seguir en directo todo lo que vaya sucediendo durante el prepartido.
De los 25.000 madridistas que viajarán a Valencia, unos 5.000, según las autoridades, no tienen entrada para el partido. Un total de 15 trenes de alta velocidad y 50 autobuses desplazarán al grueso de la afición madridista.
Operativo policial
La policía espera la llegada de un grupo de 300 ultras blancos a Valencia. El operativo de seguridad moverá a un total de 5.000 agentes entre Valencia, Barcelona y Madrid. Unos 2.600 policias se desplegarán en la capital levantiva y los alrededores de Mestalla, donde el Rey y la Reina presidirán la final. En Barcelona, más de 600 mossos controlarán el centro de la ciudad y 500 en Madrid, con la fuente de La Cibeles ya vallada.
Miles de culés partirán hoy hacia la capital del Turia (los responsables del tráfico recomiendan salir pronto para evitar retenciones) con un sentimiento de felicidad no muy lejano. Y es que hace tan solo dos años que los barcelonistas ya emprendieron la misma ruta para vivir el inicio de la gloriosa era Guardiola. Entonces el rival era el Athletic de Bilbao, que goleó en la grada (el club rojiblanco dispuso de muchas más entradas que las 18.500 entregadas al Barça) pero acabó vapuleado en el campo. Eso sí, la final fue un ejemplo de hermandad entre aficiones, algo que, desde luego, no se espera hoy. Más bien todo lo contrario. De ahí las llamadas a la calma, especialmente de Guardiola.
Asfalto azulgrana
Los cerca de 20.000 aficionados del Barça tienen ya lista la fan zone en el paseo de los Naranjos, un enclave que a muchos también les sonará, ya que es la misma ubicación en la que fueron situados hace dos años. Del total de barcelonistas, la mayoría de ellos (unos 15.000) se desplazarán en coches particulares, convirtiendo la autopista AP-7 en la ruta más azulgrana de todas. Del resto, unos 4.500 aficionados partirán en los trenes y autocares fletados por Halcón, la nueva agencia de viajes del club que se enfrenta a su primera gran prueba de fuego.
La llegada de seguidores de ambos equipos se convertirá en un degoteo interminable durante toda la mañana y parte de la tarde, en función de la fluidez del tráfico. La zona preparada para los seguidores, tanto la del Barça como la del Madrid, se abrirá a las 10 de la mañana y cerrará a las 19.30 horas, dos horas antes del inicio de la final. Tanto culés como madridistas podrán comer y beber en sus respectivas áreas (los aficionados merengues estarán en el paseo de la Albareda) y disfrutar de actuaciones musicales en directo así como de talleres y atracciones.
Lo que no se hará en las respectivas fan zone es la retransmisión en directo del partido, para evitar aglomeraciones y posibles incidentes. No obstante, Barça TV sí tiene previsto montar una pantalla gigante para que los aficionados puedan seguir en directo todo lo que vaya sucediendo durante el prepartido.
De los 25.000 madridistas que viajarán a Valencia, unos 5.000, según las autoridades, no tienen entrada para el partido. Un total de 15 trenes de alta velocidad y 50 autobuses desplazarán al grueso de la afición madridista.
Operativo policial
La policía espera la llegada de un grupo de 300 ultras blancos a Valencia. El operativo de seguridad moverá a un total de 5.000 agentes entre Valencia, Barcelona y Madrid. Unos 2.600 policias se desplegarán en la capital levantiva y los alrededores de Mestalla, donde el Rey y la Reina presidirán la final. En Barcelona, más de 600 mossos controlarán el centro de la ciudad y 500 en Madrid, con la fuente de La Cibeles ya vallada.
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