La Federación Italiana de Fútbol (FIGC) expresó su "solidaridad" con los jugadores de Sampdoria, que sufrieron un ataque violento por parte de fanáticos furiosos ante la amenaza de que el equipo descienda a la B.
La FIGC condenó además "la vergonzosa agresión", que calificó de "inaceptable forma de delincuencia", en tanto el plantel retomó los entrenamientos ante medio centenar de hinchas que lucieron entre resignados e indiferentes. El club, en tanto, decidió anticipar la concentración del plantel, con vistas al partido ante Bari, decisivo por la permanencia en Serie A, tras sufrir cuatro derrotas en cinco fechas, la última 3-0 con el líder Milan. La Asociación Italiana de Futbolistas (AIC) exigió la intervención de la FIGC y de la Liga por el "vergonzoso" ataque.
"Los jugadores fueron atacados y amenazados de muerte por hinchas con sus rostros cubiertos", denunció AIC, el sindicato de los futbolistas italianos.
El ataque se produjo cuando el autobús retornó a las dos de la madrugada a Génova, procedente de Milán, con sólo siete jugadores a bordo, pues muchos otros retornaron por su cuenta. "Bastardos, si caemos a la B los matamos", dijeron unos cinco fanáticos que ingresaron al autobús, cuyos vidrios fueron destrozados primero a piedrazos, en una acción que no duró más de cinco minutos.
El capitán Angelo Palombo intentó llamarlos a la calma, sin éxito.
"Ningún resultado deportivo justifica esto", afirmó Riccardo Garrone, presidente de Sampdoria.
La FIGC condenó además "la vergonzosa agresión", que calificó de "inaceptable forma de delincuencia", en tanto el plantel retomó los entrenamientos ante medio centenar de hinchas que lucieron entre resignados e indiferentes. El club, en tanto, decidió anticipar la concentración del plantel, con vistas al partido ante Bari, decisivo por la permanencia en Serie A, tras sufrir cuatro derrotas en cinco fechas, la última 3-0 con el líder Milan. La Asociación Italiana de Futbolistas (AIC) exigió la intervención de la FIGC y de la Liga por el "vergonzoso" ataque.
"Los jugadores fueron atacados y amenazados de muerte por hinchas con sus rostros cubiertos", denunció AIC, el sindicato de los futbolistas italianos.
El ataque se produjo cuando el autobús retornó a las dos de la madrugada a Génova, procedente de Milán, con sólo siete jugadores a bordo, pues muchos otros retornaron por su cuenta. "Bastardos, si caemos a la B los matamos", dijeron unos cinco fanáticos que ingresaron al autobús, cuyos vidrios fueron destrozados primero a piedrazos, en una acción que no duró más de cinco minutos.
El capitán Angelo Palombo intentó llamarlos a la calma, sin éxito.
"Ningún resultado deportivo justifica esto", afirmó Riccardo Garrone, presidente de Sampdoria.
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