"Cerdo marica" sigue siendo un insulto habitual en las tribunas de fútbol, pero los aficionados alemanes han dicho "basta" y se han levantado contra la homofobia, aunque para otros muchos resulte una provocación.
Una enorme pancarta de seis metros de ancho y uno de alto de color lila muestra a dos hombres besándose y un arco iris, símbolo de los homosexuales. Desde hace meses, ese diseño con el lema "Aficionados del fútbol contra la homofobia" se lee en los estadios alemanes.
La idea surgió de seguidores del equipo berlinés de sexta división Tennis Borussia como signo contra la discriminación de gays y lesbianas en el fútbol. El sábado podrá leerse en el campo del Schalke en el partido de la Bundesliga contra el Werder Bremen.
"Queremos sacar el tema del rincón del tabú", explica Christian Rudolph, uno de los promotores de la iniciativa contra la homofobia.
El portavoz de prensa de la organización de clubes de aficionados al fútbol dice que en los debates públicos se aborda con excesiva frecuencia el tema de la "salida del armario" de futbolistas homosexuales.
"Para nosotros, los aficionados, esto es completamente secundario. Para nosotros es importante que la cultura en los estadios sea tan normal que dos hombres o dos mujeres puedan besarse sin problemas".
En 17 estadios, desde la liga berlinesa hasta la Bundesliga, puede leerse ya ese llamamiento contra la homofobia.
Los promotores envían la pancarta a los grupos de aficionados de todo el país que así lo deseen. El interés es grande. "No habíamos contado con una reacción así", dice Rudolph, sorprendido. Con placer subraya que en la acción no sólo participan clubes de aficionados homosexuales, sino incluso grupos "ultra". Pero las reacciones no son siempre positivas. Cuando aficionados del Halle desplegaron la pancarta, los seguidores del equipo rival entonaron de inmediato el cántico de batalla "Halle homosexual", cuenta Rudolph. Y en el anonimato de Internet muchos aficionados se desahogan con frases discriminatorias.
"Eso es precisamente lo que queríamos conseguir: un debate", subraya Rudolph.
El profesor Günter A. Pilz, experto de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) contra la discriminación, califica de "admirable" la iniciativa y comenta: "Cuando se conoce lo arraigada que está la homofobia en las curvas de aficionados de los estadios, está claro que se asume que allí haya resistencias".
El presidente de la DFB, Theo Zwanziger, contribuyó en los últimos años a que se diera más atención al tema. Desde que se hizo un cambio en los estatutos en 2010, la eliminación de la discriminación por la orientación sexual es explícitamente uno de los objetivos de la Federación.
Pero para la asociación de gays y lesbianas de Alemania, la labor de la DFB no llega aún donde debería. "Hasta ahora, lamentablemente, no se ha arrancado el mal de raíz", dice el director federal de la asociación, Klaus Jetz. "Creo que la DFB se esfuerza mucho, pero no es todavía ni mucho menos un tema tan sensible como el racismo", completa Rudolph.
Una enorme pancarta de seis metros de ancho y uno de alto de color lila muestra a dos hombres besándose y un arco iris, símbolo de los homosexuales. Desde hace meses, ese diseño con el lema "Aficionados del fútbol contra la homofobia" se lee en los estadios alemanes.
La idea surgió de seguidores del equipo berlinés de sexta división Tennis Borussia como signo contra la discriminación de gays y lesbianas en el fútbol. El sábado podrá leerse en el campo del Schalke en el partido de la Bundesliga contra el Werder Bremen.
"Queremos sacar el tema del rincón del tabú", explica Christian Rudolph, uno de los promotores de la iniciativa contra la homofobia.
El portavoz de prensa de la organización de clubes de aficionados al fútbol dice que en los debates públicos se aborda con excesiva frecuencia el tema de la "salida del armario" de futbolistas homosexuales.
"Para nosotros, los aficionados, esto es completamente secundario. Para nosotros es importante que la cultura en los estadios sea tan normal que dos hombres o dos mujeres puedan besarse sin problemas".
En 17 estadios, desde la liga berlinesa hasta la Bundesliga, puede leerse ya ese llamamiento contra la homofobia.
Los promotores envían la pancarta a los grupos de aficionados de todo el país que así lo deseen. El interés es grande. "No habíamos contado con una reacción así", dice Rudolph, sorprendido. Con placer subraya que en la acción no sólo participan clubes de aficionados homosexuales, sino incluso grupos "ultra". Pero las reacciones no son siempre positivas. Cuando aficionados del Halle desplegaron la pancarta, los seguidores del equipo rival entonaron de inmediato el cántico de batalla "Halle homosexual", cuenta Rudolph. Y en el anonimato de Internet muchos aficionados se desahogan con frases discriminatorias.
"Eso es precisamente lo que queríamos conseguir: un debate", subraya Rudolph.
El profesor Günter A. Pilz, experto de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) contra la discriminación, califica de "admirable" la iniciativa y comenta: "Cuando se conoce lo arraigada que está la homofobia en las curvas de aficionados de los estadios, está claro que se asume que allí haya resistencias".
El presidente de la DFB, Theo Zwanziger, contribuyó en los últimos años a que se diera más atención al tema. Desde que se hizo un cambio en los estatutos en 2010, la eliminación de la discriminación por la orientación sexual es explícitamente uno de los objetivos de la Federación.
Pero para la asociación de gays y lesbianas de Alemania, la labor de la DFB no llega aún donde debería. "Hasta ahora, lamentablemente, no se ha arrancado el mal de raíz", dice el director federal de la asociación, Klaus Jetz. "Creo que la DFB se esfuerza mucho, pero no es todavía ni mucho menos un tema tan sensible como el racismo", completa Rudolph.
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