El Ciudad de Puertollano es un estadio de los mejores que puede tener la categoría, con mucha diferencia. Nuevo, funcional y muy cómodo tanto para los aficionados como para la prensa deportiva.
Fuera de lugar queda el comportamiento de algunos desalmados que se hacen llamar aficionados del CD Puertollano, que se olvidan que este espectáculo es un deporte en el que hay veces que se gana pero hay también veces que se pierde.
Varios fueron los sucesos que ocurrieron ayer tarde en el nuevo recinto deportivo puertollanero. Uno de los damnificados fue Ikechi Anya, víctima de la entrada que acabó con el jugador del Puertollano Santacruz expulsado, y que tras dicha acción no paró de recibir insultos racistas por parte de un limitado sector de la afición, los cuales tampoco dudaron en entonar cierto sonido animal durante el cambio del jugador cadista, hecho que el árbitro no recogió en el acta.
No fue lo único que sucedió. Varios de los profesionales que cubren la información del Cádiz CF vieron como otro sector de aficionados del Puertollano aporrearon los cristales de las cabinas donde estaban situados y lanzaron objetos sobre los mismos, insultándoles mientras tanto.
Ambas actitudes son el vivo ejemplo de lo que jamás debería pasar en un recinto deportivo, ya que manchan la imagen del club de fútbol al que animan y de la ciudad que lo acoge.
Fuera de lugar queda el comportamiento de algunos desalmados que se hacen llamar aficionados del CD Puertollano, que se olvidan que este espectáculo es un deporte en el que hay veces que se gana pero hay también veces que se pierde.
Varios fueron los sucesos que ocurrieron ayer tarde en el nuevo recinto deportivo puertollanero. Uno de los damnificados fue Ikechi Anya, víctima de la entrada que acabó con el jugador del Puertollano Santacruz expulsado, y que tras dicha acción no paró de recibir insultos racistas por parte de un limitado sector de la afición, los cuales tampoco dudaron en entonar cierto sonido animal durante el cambio del jugador cadista, hecho que el árbitro no recogió en el acta.
No fue lo único que sucedió. Varios de los profesionales que cubren la información del Cádiz CF vieron como otro sector de aficionados del Puertollano aporrearon los cristales de las cabinas donde estaban situados y lanzaron objetos sobre los mismos, insultándoles mientras tanto.
Ambas actitudes son el vivo ejemplo de lo que jamás debería pasar en un recinto deportivo, ya que manchan la imagen del club de fútbol al que animan y de la ciudad que lo acoge.
No hay comentarios:
Publicar un comentario