tafalla. Los incidentes se iniciaron sobre las 18.30 horas, con la llegada a Tafalla del autobús de los integrantes de Ligallo, a los que esperaban miembros de Indar Gorri. Ambos bandos, según sospecha la Policía Foral, se podrían haber citado por Internet en las fechas previas al partido amistoso, con los últimos altercados entre los dos grupos radicales como telón de fondo.
La pelea dio comienzo en la plaza de Navarra, con los implicados lanzándose sillas de las terrazas enclavadas en este centro neurálgico de la ciudada tafallesa, además de botellas de cristal. Según los testigos, unos 20 jóvenes por cada bando participaron en la pelea, aunque los ultras zaragocistas se dispersaron rápidamente ante la acometida de los aficionados osasunistas.
Algunos trabajadores que se encontraban de faena en las inmediaciones, sorprendidos por las escenas de violencia que se sucedieron a su alrededor, se aproximaron a un aficionado zaragocista que se encontraba sangrando para intentar socorrerlo, según el relato de algunos testigos.
Mientras tanto, un grupo de aficionados maños se refugiaron en el bar Beratxa y en otros establecimientos aledaños, mientras que otros hinchas se dirigieron hacia el centro cívico, situado en las proximidades, donde se repitieron los momentos de tensión, en este caso, entre las personas de la tercera edad que había en el interior del centro cívico y los mismos ultras de Ligallo.
tensión en el centro cívico Tal y como relataron algunos de los presentes, volaron ceniceros y hubo algunos golpes, con los ancianos corriendo a estancias más seguras para evitar ser alcanzados. Una de las empleadas del centro se apresuró en bajar la persiana de la entrada para evitar males mayores, hasta que llegaron los agentes de la Policía Foral y controlaron la situación.
Como consecuencia de la reyerta, cuatro aficionados del Real Zaragoza tuvieron que ser atendidos en el servicio de Urgencias del centro de salud de Tafalla, entre ellos uno que presentaba un corte en una pierna, que pudo ser provocado por un golpe con un objeto contundente, ya que durante la pelea fue arrojada una papelera metálica. Fuentes del Gobierno de Navarra descartaron la utilización de armas blancas.
Además, fueron atendidos en Tafalla otros tres ultras zaragocistas por diferentes contusiones y traumatismos, incluida una posible fractura de nariz, y dos aficionados más, aunque presentaban contusiones, se negaron a recibir atención médica. Otros dos hinchas rojillos también habrían resultado heridos, según algunas fuentes.
Después de los incidentes, los ultras del Zaragoza abandonaron la localidad tafallesa en el mismo autobús que les había trasladado, que esperó a los heridos en el peaje de Marcilla, hasta donde fueron escoltados por agentes de la Policía Foral, que también trabajan en la identificación de los participantes en la pelea con el fin de depurar posibles responsabilidades por estos acontecimientos violentos.
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