La violencia vuelve a formar parte del fútbol. Es una realidad. La pasada Eurocopa sirvió como punto de partida para que los ultras vuelvan a tener voz en un deporte que había conseguido vivir de espaldas a las escenas de peleas entre aficionados de distintos colores o del mismo, tal y como sucedió en Getafe entre seguidores del Zaragoza.
La UEFA ya ha tomado cartas en el asunto y no piensa dar la espalda a lo que sucede lejos de los estadios. Se anuncian medidas drásticas con la llegada de 2017 y del nuevo orden en el máximo organismo del fútbol europeo. Se ha terminado el todo vale y los clubes tendrán que aceptar la responsabilidad objetiva como un apartado más de su libro de estilo, incluyendo expulsión de la competición.
Lo sucedido en verano durante la pasada Eurocopa sirvió para que la UEFA reaccionara y esté en plena búsqueda para orquestar un sistema sancionador ante la conducta violenta de aficionados que en ocasiones se amparan en el fútbol para delinquir.
La preocupación se centra más a nivel de clubes que con las selecciones. La UEFA ha comprobado que en ocasiones son hasta los propios equipos los que dan cobijo y forma a los grupos radicales, para después excusar todo con el ya famoso 'ha sucedido fuera del estadio' para no actuar. La UEFA ha dicho basta y los clubes lo saben.
El Sevilla, señalado
Muchos partidos están siendo monitorizados al detalle porque hay aficiones reincidentes como las del Sevilla. Su equipo está señalado, ya que en cuatro de los cinco partidos de la actual Champions han protagonizado incidentes de algún tipo. El de Lyon ha sido considerado de alto riesgo y las investigaciones de lo sucedido en Sevilla no dejan en buen lugar a sus hinchas.
Cualquier partido es suficiente motivo para que incluso aficionados de un mismo equipo se líen a golpes (Zaragoza en Getafe) u otros como los del Estrasburgo y Nancy queden en pleno campo con los del Feyenoord (equipo señalado) para pegarse hasta que uno quede en pie, o como los del Besiktas montan una encerrona a los del Nápoles en pleno metro.
Este pasado fin de semana hubo peleas en el Sporting-Osasuna, un petardazo en Metz llevó al hospital a Lopes portero del Olympique de Lyon o como una pelea entre los hinchas del Charleroi y Standard terminó con el partido,Desde Laliga, Alfredo Lorenzo, director de Seguridad, habla de una tendencia "ue volvió a aparecer a partir del famoso 30 de noviembre de 2014.
En el global de los últimos años, la violencia ha descendido. La verbal es perseguida y la física no existe. Dentro de unos estadios que son seguros". Desde la Federación no quisieron comentar nada.
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