El St. Pauli alemán es un club bastante peculiar. Son muchos los motivos para considerarlo así. El último, un curioso método para repartir comida y bebida entre sus aficionados durante los partidos de su equipo en el Millerntor-Stadion
Le pueden llamar el tren del sabor. El club ha instalado junto a los asientos de las gradas unos raíles por los que circula un tren en miniatura, casi de juguete, en el que los vagones van cargados con las bebidas y las comidas para los hinchas. De este modo evitan que los aficionados tengan que levantarse y soportar colas en las escaleras o los vomitorios del estadio cuando pretenden refrescarse o reponer fuerzas.
El club alemán ya sorprendió esta temporada con el nuevo diseño de su túnel de vestuarios o con la original manera de contrarrestar la ausencia de su nuevo entrenador durante la presentación de un fichaje.
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