La peor tragedia del fútbol argentino tiene su película

Fue "La tragedia de la Puerta 12": murieron 71 personas y el hecho nunca fue aclarado.

En el colectivo popular quedó la idea de que aquella desgracia ocurrida el 23 de junio de 1968 tras un River-Boca disputado en el Monumental se produjo porque los organizadores no quitaron los molinetes, entonces los hinchas de Boca que se iban del estadio se amontonaron y así se originó un hecho que la Justicia nunca dilucidó y que, muchísimos años después, tendría su paralelo en Cromañón.Aquella vez, los cádaveres de los hinchas de Boca se "apilaron" a la salida del estadio, tras el amontonamiento que se produjo luego del partido, en momentos en que pugnaban por salir y no pudieron, ya que quedaron "encerrados", por causas que se desconocen. Hay quienes aluden que no había molinetes pero, como contrapartida, estaban las puertas cerradas, con lo que se obstaculizaba la normal desconcentración del lugar.La seguridad en los espectáculos masivos de nuestro país, como se ve, no ha mejorado con el correr del tiempo. Pablo Tesoriere, el director de Puerta 12, le dijo a este medio que apuntó a contar esta historia porque le interesan "las causas no resueltas. Si bien esta es una causa que ha sido cerrada, no se sabe qué pasó. Más investigaba, más dudas encontraba". Y dice también: "No buscaba una respuesta sino hacer memoria sobre lo que pasó".Entonces añade: "¿Represión policial? ¿Molinetes? ¿Culpa de River? ¿Culpa de la entonces Municipalidad de Buenos Aires? Como se ve, sobran las dudas pero faltan las respuestas. Y de esto me fui dando cuenta a medida que entrevistaba gente. Cada vez eran más los testimonios que encontraba, pero no se podía llegar a una conclusión sobre la responsabilidad. Algunos testigos me dijeron que el hecho se originó en los molinetes y otros me dijeron que eso no tuvo nada que ver".Aquel encuentro que terminó 0 a 0 iba a ser recordado –desde el plano deportivo- como el de la tarde en que Ángel Clemente Rojas le robó la gorra a Amadeo Carrizo.Un trabajo de hormiga para que no haya olvidoTesoriere encontró imágenes increíbles y testimonios sorprendentes no sólo por sus dichos, sino también por la calidad misma de los entrevistados.Algunos de quienes desfilan hablando sobre el tema –en determinados casos se trata de testigos y en otros de personas relacionadas con el fútbol que de una u otra forma dieron su punto de vista sobre aquel suceso- se encuentran Eduardo Galeano, Roberto Fontanarrosa, Orlando Barone, Amilcar Romero, Pablo Alabarces, Mario Gallina, Perez Celis (el pintor estuvo en la cancha en calidad de hincha de Boca), Daniel Onega, Antonio Rattin, Ángel Rojas, Norberto Madurga, Silvio Marzolini, Ruben Suñé, René Houseman, Antonio Carrizo, Diego Fucks, Enrique Macaya Marquez, Diana Von Bernard, el “Tano” Juan Fazzini, Alberto Dean (jefe de deportes de Crónica), Ariel Scher (editor de deportes de Clarín), Nestor Scorpaniti (periodista de Crónica), Francisco Franconieri y Hector Lorenzo (director del diario Crónica).De ellos, hay dos testimonios que se destacan o que, al menos, llaman la atención sobremanera. Se trata del de René Housseman, la gloria de Huracán que ese día estaba en el estadio. Tesoriere llegó al ex delantero gracias a un aporte que le hizo el periodista Diego Fucks.Aquella vez, Housseman debió saltar desde la popular hacia una platea para evitar ser otra víctima de aquella desgracia.Una placaEl otro recuerdo le pertenece a Diana Von Bernard, cuyo hermano se encuentra en la lista de fallecidos. Durante el documental, ella sólo reclama que las autoridades de River pongan una placa en recuerdo de las víctimas en el lugar en el que ocurrió el hecho.Otro testimonio tiene que ver con el sociólogo Pablo Alabarces, quien opina que con el correr de los años, y respecto de esos hechos, "sólo se cambiaron números por letras", en alusión a que aquella Puerta 12 hoy es el sector L de la Tribuna Centenario."Los diarios de aquellos años contaban todo en base a lo que decía la policía. Finalmente todo quedó en 'accidente'", dice Tesoriere, quien recuerda que por aquellos tiempos "había gente contratada especialmente por la Municipalidad para que se encargue de abrir las puertas. Eso corría por cuenta de ellos".Entre otros aspectos dolorosos, recuerda que hubo uno que le llamó mucho la atención: "Es el caso de un fallecido, jujeño, al que la familia no le podía pagar el velorio ni el cajón. Entonces mandaron el cuerpo a su provincia en tren, un mes después de los hechos, y dentro de un cajón de gallinas".Antes de la despedida religiosa que se realizó de manera masiva en La Bombonera, Tesoriere recuerda que al entrevistar a los jugadores que participaron de aquel clásico una de las cosas más llamativas que recordaron fue haber visto "cadáveres en el vestuario". "Ellos no sabían nada de lo que había pasado", agrega."Fue muy doloroso hacer estas entrevistas, sobre todo porque da bronca que al día de hoy no se sepa cómo pasó todo esto”, opina el director del film que empezará a verse en festivales y posiblemente luego llegue a las grandes salas.Tesoriere, que financió el proyecto de su propio bolsillo durante dos años de trabajo, recuerda que Ermindo Onega cuenta que "un periodista de Canal 7 se enteró, mientras cubría los hechos, que entre los cuerpos sin vida estaba el de su hijo", en una anécdota que le da mayor dramatismo a los hechos.Durante la búsqueda de imágenes, River fue reticente al momento de permitirle trabajar en sus instalaciones, en tanto que Boca le abrió sus puertas de par en par para que pueda trabajar. "Igualmente me interesaba más trabajar en Boca, porque allí se hizo un velorio masivo", explica."Mi idea es que se conozca qué pasó, que se recuerde y que no pase de nuevo", finaliza Tesoriere.