En la cancha el encuentro terminó 3 a 1 a favor del “Mate”, pero la hinchada local quiso ganar el partido de la violencia fuera del estadio. Un fuerte cruce entre la policía y los hinchas del “Naranja” dejó un saldo de siete detenidos y cinco policías heridos. Un nuevo capítulo en la violencia nuestra de cada día.
Tras la derrota de Berazategui, en el clásico ante Argentino de Quilmes, por 3 a 1 los hinchas locales no aguantaron tal caída y decidieron “romper todo”. Al término del encuentro, con los ánimos caldeados del lado de la hinchada local, el operativo de seguridad dispuso la salida fugaz de los visitantes para que no se armen disturbios. Fue ahí cuando la gente del “Naranja” explotó y comenzó a romper los portones y saltar los paredones para lograr pasar del otro lado. La gente del “Mate” contenta por el triunfo, pero asustada por las consecuencias logró salir sin problemas del predio, pero fue en las inmediaciones del estadio cuando la amargura por una derrota se convirtió en el justificativo de una batalla campal. Tras un duro cruce de la hinchada local con la Policías quedó un saldo de siete detenidos y cinto efectivos heridos. El jefe del operativo, el capitán Uhalde, afirmó acerca de los incidentes: "La gente de Berazategui quiso salir ni bien terminó el partido y nosotros los retuvimos para que los visitantes se puedan ir sin ningún problema. Entonces comenzaron a agredir y se armó toda esta pelea. Por suerte no hubo ningún herido de gravedad, por eso ninguno fue al hospital". Otro nuevo capítulo de la violencia que rodea al fútbol. Esto demuestra que no importa que sea Primera División, o Primera D, si un equipo pierde, puede transformar esa “tristeza” en violencia sin sentido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario