La Guardia Civil, tras varios días de interrogatorios a víctimas y testigos, pudo recabar las suficientes pruebas para detener, desde la noche del jueves hasta el día de ayer, a 14 supuestos autores de la agresión a varios jugadores del equipo juvenil del Conil, en el transcurso de un partido celebrado en el campo de El Fontanal, en Chiclana.Precisamente en el cuartel chiclanero de la Guardia Civil fueron citados los jóvenes arrestados, de edades comprendidas entre los 15 y los 17 años. Los agentes les tomaron manifestación en presencia de sus tutores legales, les comunicaron que estaban detenidos y fueron puestos a disposición de la Fiscalía de Menores. Entre los adolescentes que han sido llamados a declarar está el supuesto autor de la agresión más grave, la cual sufrió un joven de 16 años que tuvo que ser ingresado en el hospital Puerta del Mar. Este futbolista recibió un fuerte golpe en la cabeza con un palo de golf.El principal sospechoso es un adolescente de 17 años, quien a su vez fue víctima de una paliza el verano pasado en Conil. Según algunas de las declaraciones recogidas por los agentes, pudo ser la persona que organizó el ataque, movido por la venganza. De esta manera, se confirmaría la hipótesis que viene manejando la Guardia Civil a raíz de lo ocurrido en el campo de fútbol. Desde el primer momento, se barajó la posibilidad de que las personas que habían irrumpido con violencia en el terreno de juego, lo hicieron en respuesta a una pelea anterior. Los testigos coincidían en relatar cómo se escucharon frases como «a por ellos» cuando vieron a un grupo de personas que se lanzaba contra los jugadores conileños.Pero las pesquisas policiales se centran también en otros dos menores que participaron en las agresiones más violentas y que también están en la lista de detenidos. A estos adolescentes se les puede acusar de un delito de lesiones graves.Los implicados, que son vecinos de Chiclana, están en libertad a la espera de que el fiscal los interrogue y proponga ante el juez de menores posibles medidas cautelares que deben adoptarse hasta que el proceso judicial concluya.La principal dificultad a la que se han enfrentado los agentes a la hora de identificar a estos jóvenes la ha encontrado en las propias declaraciones de muchos testigos, que fueron incapaces de identificar con claridad a los agresores, algunos de los cuales llevaban la cara cubierta con pasamontañas.
Ajuste de cuentas
El violento episodio vivido durante el partido que enfrentaba a los equipos juveniles del Conil y del Chiclana ha generado una corriente de demanda para que en estos encuentros haya presencia policial. Aunque el primer entrenador del Conil, Manuel Robles, ha desvinculado desde el principio este incidente con el mundo del fútbol. Fue él quien desde un primer momento apuntó como causa «el ajuste de cuentas». Además, indicó que el objetivo de los agresores era un futbolista que ya no estaba en el equipo. Como testigo, Robles explicó cómo el ataque «estaba premeditado» y no fue fruto de ninguna acción espontánea. Ahora la Guardia Civil investiga qué grado de implicación tuvo cada uno de los detenidos. Además del joven ingresado en el hospital Puerta del Mar y que recibió el alta médica el pasado jueves, también tuvo que ser asistido por lesiones de diversa consideración, el segundo entrenador del equipo, José Daniel Peces, y otros cinco futbolistas. Todos ellos presentaron denuncia ante la Guardia Civil.
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