La Fiscalía ha pedido el ingreso en prisión preventiva de los cinco 'Boixos Nois' (radicales del FC Barcelona) detenidos el pasado sábado día 27 en el Estadio de Montjuïc por lanzar bengalas contra los seguidores del Espanyol, por considerarlos culpables de un delito de desórdenes públicos en su modalidad agravada. Según ha informado en un comunicado, el ministerio público pide al juez de guardia que decrete prisión provisional para los detenidos, que hoy han pasado a disposición judicial, dada la gravedad de los hechos y por tratarse de una acción "deliberada y previamente organizada".
Para la Fiscalía, el lanzamiento de bengalas fue previamente preparado, como lo demuestra el hecho de que se han detectado octavillas confeccionadas por los seguidores radicales del Barça para animar a sus simpatizantes a "despedir al Espanyol de la ciudad como se merece". Si todo transcurre como está previsto, el del sábado fue el último derbi entre el Espanyol y el Barça en Montjuïc, ya que el año próximo los blanquiazules se trasladarán a su nuevo estadio en Cornellà de Llobregat (Barcelona).
De acuerdo con la versión de la acusación pública, los detenidos burlaron los dispositivos de seguridad del Espanyol y utilizaron durante el partido elementos prohibidos por la ley, "con grave riesgo para la integridad física de todos aquellos aficionados que se encontraban en las zonas próximas a la de su lanzamiento". Con esa acción, añade el comunicado, los detenidos provocaron que doce personas tuvieran que ser asistidas por los servicios médicos por lesiones y, además, podrían haber desencadenado avalanchas u otras reacciones entre el público, que habrían comportado peligro para los asistentes al partido.
Por este motivo, la Fiscalía califica los hechos de delito de desórdenes públicos en su modalidad agravada, con ocasión de eventos que congregan a un gran número de personas, lo que puede comportar penas de hasta cuatro años y seis meses de prisión.
Esa modalidad delictiva, recuerda el comunicado, fue introducida en el Código Penal en la reforma de la Ley Orgánica del año 2003, a raíz de "previos desmanes acaecidos en estadios deportivos que se encuentran en la mente de todos".
Para la Fiscalía, el lanzamiento de bengalas fue previamente preparado, como lo demuestra el hecho de que se han detectado octavillas confeccionadas por los seguidores radicales del Barça para animar a sus simpatizantes a "despedir al Espanyol de la ciudad como se merece". Si todo transcurre como está previsto, el del sábado fue el último derbi entre el Espanyol y el Barça en Montjuïc, ya que el año próximo los blanquiazules se trasladarán a su nuevo estadio en Cornellà de Llobregat (Barcelona).
De acuerdo con la versión de la acusación pública, los detenidos burlaron los dispositivos de seguridad del Espanyol y utilizaron durante el partido elementos prohibidos por la ley, "con grave riesgo para la integridad física de todos aquellos aficionados que se encontraban en las zonas próximas a la de su lanzamiento". Con esa acción, añade el comunicado, los detenidos provocaron que doce personas tuvieran que ser asistidas por los servicios médicos por lesiones y, además, podrían haber desencadenado avalanchas u otras reacciones entre el público, que habrían comportado peligro para los asistentes al partido.
Por este motivo, la Fiscalía califica los hechos de delito de desórdenes públicos en su modalidad agravada, con ocasión de eventos que congregan a un gran número de personas, lo que puede comportar penas de hasta cuatro años y seis meses de prisión.
Esa modalidad delictiva, recuerda el comunicado, fue introducida en el Código Penal en la reforma de la Ley Orgánica del año 2003, a raíz de "previos desmanes acaecidos en estadios deportivos que se encuentran en la mente de todos".
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