El Fútbol Club Barcelona quiere dejar otra vez bien claro a ojos de todo el mundo que condena enérgicamente la violencia y a quienes la llevan a cabo. A tenor de lo sucedido el pasado sábado en Montjuïc, donde un grupo de aficionados azulgrana radicales lanzaron varias bengalas sobre los seguidores del Espanyol provocando graves disturbios, la entidad culé quiere que no se le vincule lo más mínimo a ese sector violento y volver a demostrar que esas personas no representan al Barça. Por ello, el club tiene previsto anunciar hoy una serie de actos y gestos que se llevarán a cabo antes de comenzar el choque de mañana en el Camp Nou ante el Atlético de Madrid. El Barça está barajando que se emitan mensajes a través de los videomarcadores, así como algún tipo de locución por la megafonía del estadio. También es posible que los jugadores salten al césped portando una pancarta con algún mensaje al respecto.
Máxima seguridad
Todo eso además de extremar las medidas de seguridad de cara al partido en una jornada en la que todo lo referente al comportamiento de los aficionados será mirado con lupa. El Camp Nou suele ser un estadio en el que no se producen problemas en este sentido, pero por si acaso el Barça tiene previsto incrementar el número de efectivos de seguridad, especialmente en la zona del Gol Nord, donde se sitúan los aficionados más radicales. Los cacheos serán exhaustivos para que no se pueda introducir objeto alguno que pueda perturbar el normal desarrollo del choque y es posible que se compruebe la identidad de algunos seguidores para que no puedan entrar al estadio con carnets de socio en los que no figure su nombre.
También está previsto, como sucede habitualmente, tener bien vigilados a los seguidores del Atlético de Madrid que se desplacen hasta Barcelona para presenciar el choque. Cualquier conducta o estado susceptible de poder crear algún tipo de altercado o desorden será controlada y se prohibirá la entrada al recinto a aquellas personas que no observen las normas establecidas. El objetivo no es sólo poder disfrutar sin sobresaltos del espectáculo futbolístico sino también recuperar la imagen de normalidad que quedó empañada el sábado con los incidentes de Montjuïc
Máxima seguridad
Todo eso además de extremar las medidas de seguridad de cara al partido en una jornada en la que todo lo referente al comportamiento de los aficionados será mirado con lupa. El Camp Nou suele ser un estadio en el que no se producen problemas en este sentido, pero por si acaso el Barça tiene previsto incrementar el número de efectivos de seguridad, especialmente en la zona del Gol Nord, donde se sitúan los aficionados más radicales. Los cacheos serán exhaustivos para que no se pueda introducir objeto alguno que pueda perturbar el normal desarrollo del choque y es posible que se compruebe la identidad de algunos seguidores para que no puedan entrar al estadio con carnets de socio en los que no figure su nombre.
También está previsto, como sucede habitualmente, tener bien vigilados a los seguidores del Atlético de Madrid que se desplacen hasta Barcelona para presenciar el choque. Cualquier conducta o estado susceptible de poder crear algún tipo de altercado o desorden será controlada y se prohibirá la entrada al recinto a aquellas personas que no observen las normas establecidas. El objetivo no es sólo poder disfrutar sin sobresaltos del espectáculo futbolístico sino también recuperar la imagen de normalidad que quedó empañada el sábado con los incidentes de Montjuïc
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