En su intento por sacar la final de Copa de Valencia y llevarla al Santiago Bernabéu, con el argumento de que ofrece 30.000 localidades más de aforo, la junta directiva rojiblanca ha abierto en los últimos días contactos con partidos políticos. Les ha pedido que medien ante las autoridades institucionales valencianas y ante el Consejo Superior de Deportes. El objetivo es robustecer la posición rojiblanca. Frente a las 20.000 localidades que se ofrecen a los hinchas rojiblancos en Mestalla, en el campo de la capital de España pueden elevarse a 32.000.
Fuentes de Ibaigane mantuvieron ayer ante EL CORREO que «se han tocado todos los palos» en referencia a que se han abierto contactos con «varios partidos políticos».
Elcorreodigital.com desveló ayer que Antonio Basagoiti, presidente del Partido Popular del País vasco y socio del club rojiblanco, se involucró en las gestiones de Ibaigane. El dirigente popular telefoneó en la tarde de ayer a Francisco Camps, líder del PP en la Comunidad Valenciana y presidente de la Generalitat. Hoy contactará con Rita Barberá, alcaldesa de la capital autónoma y del mismo partido.
Es pronto, por supuesto, para juzgar los resultados, aunque las fuentes consultadas mantienen que los contactos abiertos permiten alumbrar nuevas esperanzas. En una conversación en la noche de ayer con este periódico, Basagoiti eludió valorar el desarrollo de sus gestiones.
El plan del Athletic pasa por conseguir un acuerdo con el Valencia, anfitrión de la final, la del gobierno de la comunidad autónoma y el Ayuntamiento de la ciudad. «No se puede hacer un cambio de sede contra ellos», advierten desde la sede de la entidad rojiblanca.
A cambio, se ofrecen compensaciones. La primera que se ha puesto sobre el tapete es que en Valencia se juegue el partido clasificatorio para el Mundial de Sudáfrica que disputarán el próximo 28 de marzo España y Turquía. Este choque está anunciado en el Bernabéu y todo pasaría por llevar la final a Madrid y el encuentro de selecciones a Mestalla.
Posible indemnización
No se descarta tampoco que el club levantino sea también indemnizado. El Bernabéu ofrece 80.000 espectadores de aforo frente a los 50.000 de Mestalla. A 60 euros de entrada media, esas 30.000 personas más permitirían que la recaudación se incremente en 1.800.000 euros.
El argumento que planteará el Athletic ante la Federación es que la designación de Mestalla respondía al deseo de homenajear al estadio, inaugurado en 1923 y que, en teoría, iba a acoger esta campaña sus últimos partidos oficiales. Sin embargo, la brutal crisis económica que sufre el Valencia le ha obligado a paralizar las obras de su nuevo campo y provocará que la próxima temporada siga en la vieja instalación.
La intención de la junta bilbaína es dirigirse de nuevo al Barça en caso de lograr la renuncia de Valencia al partido. En la comida que mantuvieron el pasado sábado en Barcelona Fernando García Macua y Joan Laporta, el dirigente blaugrana le indicó que sólo en caso de que Valencia desista voluntariamente del partido, aceptará apoyar a los rojiblancos en el momento de presentar esta reclamación ante la Federación Española.
En esa cumbre, los dos presidentes acordaron ser «respetuosos y tratar con cariño» al Valencia y a su ciudad en su demanda de un estadio con mayor aforo para la final de Copa.
Fuentes de Ibaigane mantuvieron ayer ante EL CORREO que «se han tocado todos los palos» en referencia a que se han abierto contactos con «varios partidos políticos».
Elcorreodigital.com desveló ayer que Antonio Basagoiti, presidente del Partido Popular del País vasco y socio del club rojiblanco, se involucró en las gestiones de Ibaigane. El dirigente popular telefoneó en la tarde de ayer a Francisco Camps, líder del PP en la Comunidad Valenciana y presidente de la Generalitat. Hoy contactará con Rita Barberá, alcaldesa de la capital autónoma y del mismo partido.
Es pronto, por supuesto, para juzgar los resultados, aunque las fuentes consultadas mantienen que los contactos abiertos permiten alumbrar nuevas esperanzas. En una conversación en la noche de ayer con este periódico, Basagoiti eludió valorar el desarrollo de sus gestiones.
El plan del Athletic pasa por conseguir un acuerdo con el Valencia, anfitrión de la final, la del gobierno de la comunidad autónoma y el Ayuntamiento de la ciudad. «No se puede hacer un cambio de sede contra ellos», advierten desde la sede de la entidad rojiblanca.
A cambio, se ofrecen compensaciones. La primera que se ha puesto sobre el tapete es que en Valencia se juegue el partido clasificatorio para el Mundial de Sudáfrica que disputarán el próximo 28 de marzo España y Turquía. Este choque está anunciado en el Bernabéu y todo pasaría por llevar la final a Madrid y el encuentro de selecciones a Mestalla.
Posible indemnización
No se descarta tampoco que el club levantino sea también indemnizado. El Bernabéu ofrece 80.000 espectadores de aforo frente a los 50.000 de Mestalla. A 60 euros de entrada media, esas 30.000 personas más permitirían que la recaudación se incremente en 1.800.000 euros.
El argumento que planteará el Athletic ante la Federación es que la designación de Mestalla respondía al deseo de homenajear al estadio, inaugurado en 1923 y que, en teoría, iba a acoger esta campaña sus últimos partidos oficiales. Sin embargo, la brutal crisis económica que sufre el Valencia le ha obligado a paralizar las obras de su nuevo campo y provocará que la próxima temporada siga en la vieja instalación.
La intención de la junta bilbaína es dirigirse de nuevo al Barça en caso de lograr la renuncia de Valencia al partido. En la comida que mantuvieron el pasado sábado en Barcelona Fernando García Macua y Joan Laporta, el dirigente blaugrana le indicó que sólo en caso de que Valencia desista voluntariamente del partido, aceptará apoyar a los rojiblancos en el momento de presentar esta reclamación ante la Federación Española.
En esa cumbre, los dos presidentes acordaron ser «respetuosos y tratar con cariño» al Valencia y a su ciudad en su demanda de un estadio con mayor aforo para la final de Copa.
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