Los incidentes ocurridos el pasado jueves en San Mamés han puesto en guardia a las directivas de Athletic y Anderlecht. Los dos grupos directivos son conscientes de que los ánimos están caldeados y de que el encuentro de este jueves, en el Constan Vanden Stock de Bruselas, llegará viciado por lo vivido en La Catedral.
Para tratar de que el partido no sea más que una lucha deportiva, responsables de los dos clubes se reunieron ayer con una representación de sus respectivas aficiones. Les han pedido calma, prudencia en sus manifestaciones y que no conviertan el encuentro en nada diferente a un duelo de rivalidad deportiva.
El Athletic, que estará en desventaja en número de aficionados en el estadio belga, ha aleccionado a sus hinchas para que eviten las provocaciones y se mantengan fieles al estilo que tiene el club en todos sus desplazamientos. En Bélgica están igual de preocupados y desde el Anderlecht destacan que "es una pena que esta eliminatoria tenga el recuerdo de los incidentes. Haremos todo lo que esté en nuestra mano para que todo vaya bien".
El comportamiento de los seguidores de Athletic y Anderlecht será observado hasta el último detalle por el delegado UEFA, que estará advertido de que después de los incidentes de la ida tiene que hacer un especial hincapié en el proceder de los aficionados. Y claro, con ese yugo encima, se antoja natural que el Anderlecht redoble los esfuerzos de seguridad en el control de acceso para evitar que los aficionados entren al campo con bengalas, botellas de cristal y latas de refresco, que fue algo común en el equipaje de los radicales belgas en su viaje hacia San Mamés.
El Athletic viajará a Bruselas acompañado del equipo de especialistas de la Ertzaintza que habitualmente se encarga de coordinar los dispositivos de seguridad en los partidos del conjunto rojiblanco. En ese grupo habrá cabida para Rafael Iturriaga, viceconsejero de Interior del Gobierno Vasco, que encabezará la coordinación de seguridad. Piden a los hinchas que vayan en grupo y transiten por los lugares más céntricos de la ciudad.
Para tratar de que el partido no sea más que una lucha deportiva, responsables de los dos clubes se reunieron ayer con una representación de sus respectivas aficiones. Les han pedido calma, prudencia en sus manifestaciones y que no conviertan el encuentro en nada diferente a un duelo de rivalidad deportiva.
El Athletic, que estará en desventaja en número de aficionados en el estadio belga, ha aleccionado a sus hinchas para que eviten las provocaciones y se mantengan fieles al estilo que tiene el club en todos sus desplazamientos. En Bélgica están igual de preocupados y desde el Anderlecht destacan que "es una pena que esta eliminatoria tenga el recuerdo de los incidentes. Haremos todo lo que esté en nuestra mano para que todo vaya bien".
El comportamiento de los seguidores de Athletic y Anderlecht será observado hasta el último detalle por el delegado UEFA, que estará advertido de que después de los incidentes de la ida tiene que hacer un especial hincapié en el proceder de los aficionados. Y claro, con ese yugo encima, se antoja natural que el Anderlecht redoble los esfuerzos de seguridad en el control de acceso para evitar que los aficionados entren al campo con bengalas, botellas de cristal y latas de refresco, que fue algo común en el equipaje de los radicales belgas en su viaje hacia San Mamés.
El Athletic viajará a Bruselas acompañado del equipo de especialistas de la Ertzaintza que habitualmente se encarga de coordinar los dispositivos de seguridad en los partidos del conjunto rojiblanco. En ese grupo habrá cabida para Rafael Iturriaga, viceconsejero de Interior del Gobierno Vasco, que encabezará la coordinación de seguridad. Piden a los hinchas que vayan en grupo y transiten por los lugares más céntricos de la ciudad.
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