A Florentino Pérez no le ha gustado, en parte, que José Mourinho elogiara la actitud de los 'ultras' en las gradas del Bernabéu para criticar al resto de los espectadores. El técnico aseguró tras el partido que "si no fuera por los que animan de detrás de la portería (donde se sitúan los ultras del Madrid), el campo parecería vacío".
El presidente ha reconocido a sus allegados que "se lo podría haber ahorrado". Pero la decisión de Florentino ha sido no darle un 'toque' a Mourinho por sus palabras ni recriminarlas públicamente defendiendo al resto de la grada del Bernabéu. Es la forma de evitar un enfrentamiento con el técnico. Florentino quiere mantener una imagen de unidad a toda costa, pese a los habituales desmanes de su técnico.
Y es que en el fondo, los altos estamentos del club piensan que José Mourinho tiene razón y que los únicos que siempre apoyan al equipo durante los partidos son los que se sitúan en uno de los goles, los 'ultras'.
Por tradición, la afición del Bernabéu siempre ha sido fría, demasiado fría para lo que desearían los jugadores y los dirigentes del club. El presidente, aún pensando que no debería haber dicho lo que dijo, prefiere interpretar que lo que hizo José Mourinho el domingo fue darle un toque a la afición, en su obsesión por cambiar y controlar todos los estamentos del club. Y hay cierta esperanza en Florentino Pérez de que la afición madrista cambie su actitud, aunque será difícil tras 109 años de historia.
El presidente ha reconocido a sus allegados que "se lo podría haber ahorrado". Pero la decisión de Florentino ha sido no darle un 'toque' a Mourinho por sus palabras ni recriminarlas públicamente defendiendo al resto de la grada del Bernabéu. Es la forma de evitar un enfrentamiento con el técnico. Florentino quiere mantener una imagen de unidad a toda costa, pese a los habituales desmanes de su técnico.
Y es que en el fondo, los altos estamentos del club piensan que José Mourinho tiene razón y que los únicos que siempre apoyan al equipo durante los partidos son los que se sitúan en uno de los goles, los 'ultras'.
Por tradición, la afición del Bernabéu siempre ha sido fría, demasiado fría para lo que desearían los jugadores y los dirigentes del club. El presidente, aún pensando que no debería haber dicho lo que dijo, prefiere interpretar que lo que hizo José Mourinho el domingo fue darle un toque a la afición, en su obsesión por cambiar y controlar todos los estamentos del club. Y hay cierta esperanza en Florentino Pérez de que la afición madrista cambie su actitud, aunque será difícil tras 109 años de historia.
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