Ilusión es la palabra que mejor define el estado de ánimo de la afición mirandesista tras la excelente temporada que están llevando a cabo los jugadores que entrena Carlos Pouso. El conjunto rojillo es líder en solitario del Grupo II de Segunda B y tiene pie y medio en los cuartos de final de la Copa tras el triunfo en el choque de ida ante el Racing. De todas formas, la eliminatoria todavía sigue abierta para el club cántabro, que buscará la remontada en El Sardinero. En Miranda de Ebro lo saben, pero la euforia está desatada y a todos les gustaría presenciar un choque histórico que se disputará el próximo martes.
La afición del Mirandés ya prepara el desplazamiento en masa hacia tierras santanderinas, aunque, de momento, sólo se piensa en el próximo encuentro liguero contra la Arandina. Las peñas Komando Kemando, Huracán Rojillo y Rojillos de Aquende fletarán varios autobuses para arropar a su equipo en un partido que podría ser una auténtica hazaña para la entidad que preside Ramiro Revuelta.
En principio, está prevista la presencia en el estadio racinguista de unos 1.500 seguidores mirandeses teniendo en cuenta la cercanía existente con la capital cántabra. No se descarta que la cifra aumente al saber cuántas entradas habrá disponibles. Seguro que el himno de la ciudad también retumbará en las gradas de El Sardinero.
La afición del Mirandés ya prepara el desplazamiento en masa hacia tierras santanderinas, aunque, de momento, sólo se piensa en el próximo encuentro liguero contra la Arandina. Las peñas Komando Kemando, Huracán Rojillo y Rojillos de Aquende fletarán varios autobuses para arropar a su equipo en un partido que podría ser una auténtica hazaña para la entidad que preside Ramiro Revuelta.
En principio, está prevista la presencia en el estadio racinguista de unos 1.500 seguidores mirandeses teniendo en cuenta la cercanía existente con la capital cántabra. No se descarta que la cifra aumente al saber cuántas entradas habrá disponibles. Seguro que el himno de la ciudad también retumbará en las gradas de El Sardinero.
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