Cerca de 300 aficionados dieron un toque albinegro a las amarillas gradas de la Ciudad Deportiva del Villarreal. Y no sólo en el espacio que estaba destinado a la afición visitantes, sino que en tribuna se coló mucho 'infiltrado' que hicieron el desplazamiento en coches particulares.
Ya durante el trayecto de ida, por la mañana, allá por donde pasaban y paraban, en las ventas de carretera, dieron el toque de color. Una vez en la Ciudad Deportiva, se asombraron de la extensión de la misma y vieron algunos partidos de la cantera del conjunto amarillo. Luego, en el transcurso de los 90 minutos no pararon de animar y de apretar para llevar, como se suele decir, el ascua a su sardina.
Otra vez más, la afición dio un ejemplo sin protagonizar ningún incidente allá por donde van, y volviendo a engancharse a los desplazamientos de manera masiva tras la victoria ante el Huesca.
Ya durante el trayecto de ida, por la mañana, allá por donde pasaban y paraban, en las ventas de carretera, dieron el toque de color. Una vez en la Ciudad Deportiva, se asombraron de la extensión de la misma y vieron algunos partidos de la cantera del conjunto amarillo. Luego, en el transcurso de los 90 minutos no pararon de animar y de apretar para llevar, como se suele decir, el ascua a su sardina.
Otra vez más, la afición dio un ejemplo sin protagonizar ningún incidente allá por donde van, y volviendo a engancharse a los desplazamientos de manera masiva tras la victoria ante el Huesca.
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