Los serios incidentes ocurridos el domingo en el Vélodrome, donde Olympique Marseille recibió a Lyon, tuvieron sus consecuencias. Las curvas norte y sur del estadio donde hace de local el exequipo de Marcelo Bielsa fueron suspendidas para el partido frente a Angers del domingo.
La temperatura en la noche marsellesa fue altísima. Muchísimo tuvo que ver la recepción a Mathieu Valbuena, considerado traidor y de quien colgaron un muñeco con su camiseta por jugar en el histórico rival. Cada aproximación a una de las cabeceras desataba una lluvia de proyectiles, botellas y bengalas, además de enfrentamientos entre fanáticos y la policía, lo que provocó que el partido se detuviera por 20 minutos.
El mediocampista no solo la pasó mal por los hinchas, sino que se llevó una durísima patada de Alessandrini, quien fue suspendido por dos fechas.
Respecto a la decisión de la LFP, el presidente Vincent Labrune se mostró a favor ya que considera que no se puede juntar a "50 mil hinchas y unas cuantas decenas de imbéciles. Estoy completamente de acuerdo con la sanción". El dirigente deberá actuar pronto ya que su equipo visitará a PSG el siguiente fin de semana. Y pensando en los duelos de local, ya planea instalar redes perimetrales y mayor rigor en los cacheos al ingreso.
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