Los clubs alemanes han pedido ayuda a la Bundesliga y Federación alemana para combatir los problemas causados por los aficionados radicales. La gota que ha colmado el vaso fueron los incidentes durante el amistoso Burnley-Hannover que obligaron a suspender el partido en el descanso.
“Los clubes no seremos capaces de frenar solos el problema. Necesitamos que la Liga y la Federación estén con nosotros”, dijo el director deportivo del Colonia Joerg Schmadtke en un debate en Düsseldorf celebrado el pasado lunes, y añadió que con multas no se “detendrá el problema”
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