Todos los edificios y zonas destinadas a la celebración del Mundial de Rusia 2018 estarán bajo la constante custodia del servicio secreto. Una entidad especial cuyo nombre no se ha divulgado fue creada hace tres años y aglutina a los mejores especialistas de inteligencia y seguridad del país.
El departamento secreto sirve también de intermediario con la FIFA entre las diferentes agencias y fuerzas especiales de Rusia. El periódico Konsomolskaya Pravda logró conversar con uno de sus agentes a condición de mantener el anonimato y Sputnik te resume las principales tesis de la entrevista.
Según el entrevistado, los empleados del departamento de seguridad del comité organizador controlaron la construcción y remodelación de los 12 estadios que albergarán los partidos del Mundial 2018. En total, bajo la constante supervisión de las obras estuvieron 180 locales. Todo paso necesitaba de un 'visto bueno' de seguridad, desde la calidad del hormigón hasta el ancho de las entradas y salidas.
Los estadios y centros de concentración de fans han sido equipados con sensores que constantemente monitorizan la calidad del aire, indicadores de radiación, así como detectan campos electromagnéticos y acústicos.
Respecto a los propios hinchas que acudirán a Rusia, el historial de todos ha sido revisado en cooperación con la Interpol. A más de 4.000 hinchas que se destacaron por un comportamiento indebido en el Mundial de Brasil 2014 y la Eurocopa de Francia 2016 les fue denegado el acceso a Rusia en las fechas del próximo certamen.
A una íntegra reconstrucción del sistema de seguridad fueron sometidos también las infraestructuras del país. Casi 6.000 cámaras de vídeo con capacidad de reconocimiento facial fueron instaladas en el metro de Moscú. No obstante, los especialistas advierten de que, al igual que cada centro o lugar de interés turístico, los carteristas suponen el principal riesgo para los visitantes y llaman a no bajar la guardia.
En total, cerca de 100.000 efectivos de seguridad fueron asignados a preservar la tranquilidad de los visitantes. Unos 17.000 agentes estarán a cargo de controlar el orden tanto en las tribunas como dentro del perímetro de los recintos deportivos.
Los militares también estarán a cargo de salvaguardar el bienestar de los hinchas. Así, habrá buques de guerra custodiando las aguas aledañas a las sedes del Mundial. El cielo sobre los estadios estará bajo constante protección gracias a los sistemas de defensa aérea y la aviación militar alzará el vuelo en misiones de guardia antes, durante y después de los partidos.
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