La cuarta noche de movilizaciones en Catalunya ha finalizado con 11 detenidos y con 18 heridos en todo el territorio catalán en una jornada marcada por los enfrentamientos entre grupos independentistas antifascistas y ultras de extrema derecha, que se han enfrentado en el centro de Barcelona después de que los segundos pudieran caminar unos tres kilómetros hasta encontrarse en la zona en la que se manifestaban los primeros.
La jornada nos ha dejado algunas duras imágenes en las que se pueden ver dos contundentes palizas: una a un joven antifascista por parte de un grupo de ultras de extrema derecha y otra a uno de derechas que llevaba consigo un cuchillo de grandes dimensiones.
La cuarta jornada de protestas en Barcelona ha comenzado con nuevos episodios de tensión. En el marco de una nueva manifestación convocada por los Comités de Defensa de la República (CDR) en los Jardinets de Gràcia, grupos de radicales de extrema derecha ataviados con banderas franquistas han salido a la calle para tratar de boicotear la nueva jornada de protestas independentistas.
Los Mossos d’Esquadra han mantenido durante toda la tarde un cordón policial en la plaza Artós para separar al cerca de medio centenar de ultras de extrema derecha, contra los que los agentes han realizado breves cargas, de otra manifestación antifascista convocada por Arran, con el objeto de evitar choques violentos entre ambos grupos radicales.
«Separatistas hijos de puta», «no nos engañan, Cataluña es España» o consignas a favor de Franco y Hitler son algunas de las proclamas repetidas una y otra vez por el lado ultraderechista, que se ha mantenido a tan solo unos metros de un centenar de miembros de la izquierda radical en un ambiente muy tenso.
Una periodista de Telecinco ha denunciado que los manifestantes ultraderechistas le han roto la cámara y «no dejan ejercer el trabajo a los periodistas». «No queremos prensa, sólo queremos follaros»
Sobre las 20.30 horas, los manifestantes ultras se han ido del lugar por el paseo Joan Bosco camino de la avenida Diagonal, y poco después los del otro grupo también se han marchado en dirección a los Jardinets de Gràcia.
Los radicales de derecha que bajan al centro de Barcelona han empezado a tirar botellas y petardos al cordón de los Mossos situado en el cruce de las calles Balmes y Aragó para impedir que sigan bajando y confluyan con los independentistas concentrados en Gràcia.
Los agentes han intentado dispersar también a centenares de antifascistas en la Rambla Catalunya de Barcelona sobre las 22.20, algunos de los cuales iban encapuchados y les han tirado objetos. Un furgón de Mossos ha intentado desplazar una barricada que se estaba empezando a formar en uno de los dos carriles de la Rambla.
Unos 13.000 manifestantes se han concentrado este jueves en los Jardinets de Gràcia y en la Plaza del Cinc d’Oros, en una protesta que ha querido emular las Olimpiadas Populares de 1936, «una fiesta deportiva y desobediente». El ambiente festivo de la concentración contrasta con los fuertes disturbios que han sembrado el caos en Barcelona en las últimas tres jornadas.
Ataviados algunos con ‘esteladas’ a la espalda, los manifestantes han empezado a jugar con pelotas de varios tamaños, así como con cuerdas para saltar, a la vez que han desplegado redes de vóley, e incluso se ha organizado un pequeño concierto con guitarra, mientras seguía llegando más gente.
A esta hora, la manifestación ya ha sido desconvocada por los CDR, que llaman al independentismo a «descansar» ante la huelga general de este viernes, que comenzará a partir de las siete de la mañana.
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