La respuesta del Camp Nou, en el primer partido en casa tras la sentencia del procés, no fue al final todo lo multitudinaria que deseaban los sectores independentistas del entorno azulgrana. Hubo pancartas y hubo esteladas, pero la sensación general que dejó todo fue que las fuerzas se están reservando con vistas a un 18 de diciembre en el que la repercusión mediática puede ser mucho más potente. No en vano, el equipo se medirá entonces a su eterno rival, el Real Madrid, y Tsunami Democràtic ya lanzó con creces su desafío para esa fecha la semana pasada, en cuanto se conoció el día en que se jugará el partido.
Por mucho que el autodenominado CDR Barça pidiera a través de su cuenta en Twitter que los aficionados acudieran en masa al Camp Nou con esteladas, la prácticamente única estelada que podía verse en los alrededores del estadio, dos horas antes del partido, formaba parte de la oferta del típico puesto de venta de recuerdos. También costaba, y mucho, verlas en unas gradas semivacías a poco más de media hora para que arrancara el duelo.
Donde eran más visibles, sin duda, era en la zona reservada a la grada de animación, que ya se había comprometido en las horas previas al partido a mostrar una pancarta reivindicativa ante el clima desatado por la sentencia del procés. Algunos aficionados las llevaban atadas en la espalda, tal y como suelen hacer varios de ellos en las celebraciones de los títulos. Una costumbre que, de hecho, hasta inspiró una camiseta del conjunto azulgrana, aunque sin estrellas de por medio. Justo cuando acababan su calentamiento los jugadores barcelonistas, en cambio, unas cuantas esteladas más de gran tamaño aparecieron también en la zona baja del gol norte.
PANCARTAS
Cuando se acercaba el arranque del partido, alguna más de esas enseñas pudo vislumbrarse en la grada. Aunque, a simple vista, todo invitaba a pensar que su presencia no iba a ser ni mucho menos masiva, a pesar de que el duelo ante el Valladolid, tras el aplazamiento del clásico, era el primero que el Barça iba a jugar en casa tras la sentencia del procés. Òmnium Cultural y la Assemblea Nacional Catalana, por su parte, dejaron en esta ocasión de lado la costumbre de mostrar una única pancarta en la zona lateral más próxima al gol norte para mostrar en esta ocasión dos. Ambas, con letras mayúsculas. En su ubicación más habitual podía leerse "Independència". Y, cerca del gol sur, "Llibertat".
En el minuto 17 con 14 segundos, el propuesto como instante clave por el CDR Barça, en la grada de animación se desplegaron dos pancartas. "David llibertat", reclamaba una de ellas, en referencia a David Soler, detenido en los incidentes, según Catalunya Ràdio. "Llibertat per a tots els presos, detinguts i exiliats", pedía la otra. Otra vez, los espacios vacíos de la grada desangelaron la exhibición de esteladas, menos masiva de lo que cabría haber esperado inicialmente. Las fuerzas, tal vez, se reservan con vistas al 18 de diciembre.
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