El Atlético nunca ha sido un club tranquilo, pero este año los directivos parecen empeñados en generar una polémica que finalmente ha involucrado a la afición. Primero fue García Pitarch el que en rueda de prensa quiso justificar la venta de Heitinga aludiendo a razones de presupuesto. Después el presidente, Enrique Cerezo, tuvo que reprimir en público las palabras de su director deportivo.
Posteriormente el consejero delegado Miguel Ángel Gil Marín tuvo la genial idea de dirigir una carta abierta a la afición rojiblanca en uno de los dos medios de comunicación deportivos de la capital. Tal iniciativa ha provocado todo tipo de reacciones adversas. Del otro bando informativo, que ha atacado con dureza a Gil Marín y a su trayectoria al frente de la entidad colchonero. Pero también la afición se ha movilizado
Los sufridos aficionados del Calderón ya estaban descontentos por la falta de refuerzos en la plantilla, además de por la bochornosa salida de Heitinga cuando el plazo de fichajes se había cerrado en España. Por si les faltaba algo el ridículo en el estreno liguero en Málaga ha soliviantado a la fiel afición del Calderón.
Ahora que García Pitarch, Cerezo y Gil Marín han puesto la espoleta, la reacción de los seguidores está siendo significativa. Muchas peñas se han mostrado críticas con el actual régimen y piden cambios en la cúpula del club. Para ello han convocado una manifestación el próximo sábado antes del partido ante el Racing.
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