El Oviedo recibe esta tarde al Mallorca en medio de una gran tormenta social relacionada con Symmachiarii. La petición de la Comisión Antiviolencia al Oviedo de romper relaciones con este grupo, ubicado en el Fondo Norte del Tartiere, y el posterior comunicado de la peña, anunciando posibles acciones legales y la retirada de su pancarta para evitar multas al club (podrían llegar hasta los 30.000 euros), ha provocado que, además de en el césped, los focos estén puestos en la grada. Los integrantes de Symmachiarii no entrarán al estadio hasta el minuto 14 de partido, a modo de protesta "en rechazo a las 14 sanciones injustificadas", según ellos, el día del partido ante el Extremadura en la primera jornada, donde hubo problemas para acceder al campo por la huella dactilar exigida a los ubicados en el Fondo. Esos aficionados se exponen a una multa de 4.000 euros y a la prohibición de acceder a los estadios de fútbol por una duración de doce meses.
La Asociación de Peñas Azules (APARO) y un sinfín de peñas oviedistas y aficionados se han solidarizado con Symmachiarii y pretenden que la iniciativa de no entrar al Tartiere hasta el minuto 14 se extienda al resto de hinchas, pertenezcan o no a Symmachiarii. "Animamos a hacerlo a todo el mundo. Queremos que La Liga y Javier Tebas vean lo que está pasando. La gente está cansada, esto es una persecución. Llegará un momento en el que los aficionados no puedan ni respirar", asegura Jaime Campillo, vicepresidente de la APARO, que habla en nombre de la asociación. "Es una protesta contra La Liga, no contra el Oviedo. Esperamos que se una más gente, por redes sociales es un clamor. Si el fútbol sigue así los estadios acabarán vacíos", apunta Campillo.
En las últimas horas muchas peñas han apoyado a Symmachiarii en sus protestas, por lo que es de esperar que no sólo los ubicados en el Fondo Norte entren tarde al terreno de juego. Siempre Campa, Chiribí, Minuto 51, Llanisca, Azul Madrid, Barcelona o Bochum son algunas de ellas, que llaman en Twitter a la protesta a la afición.
Los problemas con Symmachiarii, que se iniciaron a principios de agosto, llegan esta tarde a su punto más álgido. El grupo culpa directamente de los problemas al director de seguridad del club, José Ramón Álvarez-Sala, al que acusan de "mentir" en diferentes informes dirigidos a La Liga. Symmachiarii llegó a reunirse con los capitanes de la plantilla y con el club, en busca de una solución, pactando finalmente con la entidad un nuevo interlocutor que no fuese el director de seguridad. Después llegó propuesta de sanción a los catorce aficionados y la petición de Antiviolencia al Oviedo de romper relaciones, así como al Ayuntamiento de la retirada de los locales del grupo en el Tartiere.
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