El Real Madrid tiene muchos motivos para sentirse feliz. Y no sólo únicamente por el hecho de haber conseguido el pase a las semifinales de la Copa. Jugadores y técnicos también tendrán motivos más que de sobra para estar orgullosos de una afición que nunca les ha abandonado y que en el Buesa Arena volvió a demostrar que está al 100% con el equipo. Alrededor de 200 aficionados madridistas viajaron hasta la capital vasca para animar a los suyos en una nueva muestra de la perfecta química existente entre el equipo que dirige Joan Plaza y sus aficionados.
Daba lo mismo jugar a más de 300 kilómetros de distancia. El Real Madrid no estuvo solo en el Fernando Buesa Arena. Unos 200 aficionados madridistas estuvieron presentes en el pabellón vitoriano para arropar al equipo en esta Copa del Rey que lleva resistiéndose varios años a los madridistas y en la que toda la familia blanca tiene depositadas muchas esperanzas.
Pese a no ser llegar al número de aficionados que cada vez que los hombres de Joan Plaza juegan en Madrid visita Vistalegre, los aficionados blancos demostraron que han venido aquí a dar guerra. Y es que el ánimo no decayó en ningún momento en la hinchada madridista, que ha realizado un gran esfuerzo para estar en esta cita y que apoyó a los suyos durante los cuarenta minutos de partido. En el encuentro contra Akasvayu, además, los supporters madridistas tuvieron que trabajar al máximo, dada la tensión que se vivió durante la mayor parte del encuentro debido a lo ajustado del marcador, que no mostró un desenlace final favorable a los blancos hasta los últimos minutos de partido. Alegrías, tensión, e incluso frustración en los primeros minutos del encuentro… Son muchas las sensaciones que experimentaron a lo largo del partido, pero al final mereció la pena.
Ahora llega un nuevo reto, esta vez frente al DKV Joventut y con un puesto en la final del domingo 10 de febrero en juego. A buen seguro, los aproximadamente 200 aficionados que se dejaron la garganta ante Akasvayu volverán a hacerlo para erigirse en el jugador número 6 que pueda llevar al Real Madrid a la final.
Pese a no ser llegar al número de aficionados que cada vez que los hombres de Joan Plaza juegan en Madrid visita Vistalegre, los aficionados blancos demostraron que han venido aquí a dar guerra. Y es que el ánimo no decayó en ningún momento en la hinchada madridista, que ha realizado un gran esfuerzo para estar en esta cita y que apoyó a los suyos durante los cuarenta minutos de partido. En el encuentro contra Akasvayu, además, los supporters madridistas tuvieron que trabajar al máximo, dada la tensión que se vivió durante la mayor parte del encuentro debido a lo ajustado del marcador, que no mostró un desenlace final favorable a los blancos hasta los últimos minutos de partido. Alegrías, tensión, e incluso frustración en los primeros minutos del encuentro… Son muchas las sensaciones que experimentaron a lo largo del partido, pero al final mereció la pena.
Ahora llega un nuevo reto, esta vez frente al DKV Joventut y con un puesto en la final del domingo 10 de febrero en juego. A buen seguro, los aproximadamente 200 aficionados que se dejaron la garganta ante Akasvayu volverán a hacerlo para erigirse en el jugador número 6 que pueda llevar al Real Madrid a la final.
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