La Federación de fútbol croata (HNS) afirmó esta tarde que los aficionados en Zagreb no son racistas, tras haber abierto la FIFA un expediente relativo a los insultos vertidos de los graderíos contra el jugador negro de la selección inglesa Emile Heskey. "El incidente racista de nuestros aficionados fue reflejo de la frustración con el resultado, antes que fruto de las actitudes racistas", comunicó este jueves el portavoz de la federación croata, Davor Gavran.
El pasado día 10, Croacia sufrió su primera derrota casera en la historia perdiendo por 1-4 ante Inglaterra. La Federación croata ya pagó unos dos millones de francos suizos por la conducta antideportiva de los seguidores croatas, incluida la pelea multitudinaria en La Valletta (Malta), la esvástica exhibida en Livorno (Italia) y coros racistas contra un jugador negro turco en la pasada Eurocopa.
Los hinchas croatas, sin embargo, tratan muy bien a los deportistas negros que militan en equipos de este país. Distintos brasileños, cameruneses o marfileños del Dinamo de Zagreb siempre han recibido coros de apoyo en el mismo estadio en que Heskey fue abucheado con gritos de mono.
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