La primera jornada de la liga italiana de fútbol se saldó ayer con siete hinchas detenidos --cuatro del Nápoles, dos de la Roma y uno de la Lazio-- y un tren destrozado, el que había llevado a los exaltados seguidores napolitanos a Roma.
Todo empezó en Nápoles cuando pocas horas antes del partido Roma-Nápoles entre 1.000 y 2.000 hinchas asaltaron uno de los trenes con destino Roma que se hallaba en las vías de la estación central.
Los seguidores no sólo subieron sin pagar el billete, sino que obligaron a los pasajeros que ya se hallaban en su interior a abandonar el tren. Después, durante el viaje, cometieron numerosos actos de vandalismo que han causado daños por valor de 500.000 euros e incluso se divirtieron accionando el freno de emergencia, obligando al maquinista a parar el tren en varias ocasiones.
Después del asalto, las autoridades napolitanas dejaron que el tren partiera por motivos de orden público y para evitar que la situación degenerara todavía más.
No obstante, el responsable de seguridad de Ferrovie dello Stato, Franco Fiumara, aseguró que la empresa no está dispuesta a volver a ser "rehén de quien cree que el billete gratis es un derecho. ¿Qué derecho puede tener un hincha por encima de un obrero que coge el tren todos los días para ir a trabajar?", se preguntó en declaraciones recogidas por el 'Corriere della Sera'.
También fue dura la reacción del presidente de la Federación italiana de Fútbol (Figc), Giancarlo Abete, para quien "el fútbol no viene representado por estos delincuentes, que esperamos no entren más en el estadio".
Todo empezó en Nápoles cuando pocas horas antes del partido Roma-Nápoles entre 1.000 y 2.000 hinchas asaltaron uno de los trenes con destino Roma que se hallaba en las vías de la estación central.
Los seguidores no sólo subieron sin pagar el billete, sino que obligaron a los pasajeros que ya se hallaban en su interior a abandonar el tren. Después, durante el viaje, cometieron numerosos actos de vandalismo que han causado daños por valor de 500.000 euros e incluso se divirtieron accionando el freno de emergencia, obligando al maquinista a parar el tren en varias ocasiones.
Después del asalto, las autoridades napolitanas dejaron que el tren partiera por motivos de orden público y para evitar que la situación degenerara todavía más.
No obstante, el responsable de seguridad de Ferrovie dello Stato, Franco Fiumara, aseguró que la empresa no está dispuesta a volver a ser "rehén de quien cree que el billete gratis es un derecho. ¿Qué derecho puede tener un hincha por encima de un obrero que coge el tren todos los días para ir a trabajar?", se preguntó en declaraciones recogidas por el 'Corriere della Sera'.
También fue dura la reacción del presidente de la Federación italiana de Fútbol (Figc), Giancarlo Abete, para quien "el fútbol no viene representado por estos delincuentes, que esperamos no entren más en el estadio".
No hay comentarios:
Publicar un comentario