El árbitro Alfonso Pérez Burrull destacó en la redacción del acta del partido Madrid-Espanyol, celebrado el domingo en el Bernabéu, que "se observó en uno de los fondos del estadio la presencia de simbología nazi, en banderas y pancartas". Lo más probable es que el club blanco sea sancionado por parte del Comité de Competición, que será quién decida la multa.
La Federación Española de Fútbol (FEF) quiere cortar por lo sano los brotes racistas aparecidos recientemente en el fútbol español, que asiste con enorme preocupación a la inusual escalada de violencia radical en sus estadios.
Pérez Burrull se está convirtiendo esta campaña en el azote de los ultras. En el Betis-Sevilla (3ª jornada), el cántabro denunció en el acta la exhibición de banderas con simbología nazi por parte de radicales verdiblancos, que recibieron a los dos equipos con cánticos ultras y saludos de corte fascista. "En uno de los fondos donde se encontraban los seguidores locales hubo un buen número de banderas y pancartas con simbología nazi y banderas españolas con similar simbología y escudos preconstitucionales", reflejó Burrull.
El Comité de Competición entendió que la exhibición de simbología fascista en el campo del Betis durante el derbi hispalense estaba tipificada como incidente grave y acordó multar al club verdiblanco con una sanción que no se hizo pública, pero que quedó situada entre los 3.000 y los 18.000 euros.
En la jornada que inauguraba el presente campeonato, Pérez Burrull tampoco pasó por alto a los radicales en el Sporting-Getafe, un partido en el que el ecuatoriano Guerrón, jugador azulón, escuchó insultos racistas emitidos por los radicales del Sporting. Se castigó al club astur con 3.000 euros.
Burrull reflejó en el acta de ese partido que "durante los primeros minutos de la segunda parte se oyeron, cuando el balón era disputado por el jugador nº16 del Getafe D. Jorge David Guerrón, gritos con sentido racista localizados claramente en la zona del graderío donde se sitúan los seguidores locales de la peña 'Ultra Boys'".
La Federación Española de Fútbol (FEF) quiere cortar por lo sano los brotes racistas aparecidos recientemente en el fútbol español, que asiste con enorme preocupación a la inusual escalada de violencia radical en sus estadios.
Pérez Burrull se está convirtiendo esta campaña en el azote de los ultras. En el Betis-Sevilla (3ª jornada), el cántabro denunció en el acta la exhibición de banderas con simbología nazi por parte de radicales verdiblancos, que recibieron a los dos equipos con cánticos ultras y saludos de corte fascista. "En uno de los fondos donde se encontraban los seguidores locales hubo un buen número de banderas y pancartas con simbología nazi y banderas españolas con similar simbología y escudos preconstitucionales", reflejó Burrull.
El Comité de Competición entendió que la exhibición de simbología fascista en el campo del Betis durante el derbi hispalense estaba tipificada como incidente grave y acordó multar al club verdiblanco con una sanción que no se hizo pública, pero que quedó situada entre los 3.000 y los 18.000 euros.
En la jornada que inauguraba el presente campeonato, Pérez Burrull tampoco pasó por alto a los radicales en el Sporting-Getafe, un partido en el que el ecuatoriano Guerrón, jugador azulón, escuchó insultos racistas emitidos por los radicales del Sporting. Se castigó al club astur con 3.000 euros.
Burrull reflejó en el acta de ese partido que "durante los primeros minutos de la segunda parte se oyeron, cuando el balón era disputado por el jugador nº16 del Getafe D. Jorge David Guerrón, gritos con sentido racista localizados claramente en la zona del graderío donde se sitúan los seguidores locales de la peña 'Ultra Boys'".
No hay comentarios:
Publicar un comentario