Miguel Ángel Ramírez, presidente de la Unión Deportiva Las Palmas, se mostró convencido de que el decreto publicado por el Gobierno de Canarias en el Boletín Oficial de ayer y que le otorga potestad para decidir sobre la retransmisión televisiva en directo y en abierto de los eventos relevantes, no se aplicará al derbi entre la entidad amarilla y el Club Deportivo Tenerife que se jugará el sábado 22 de noviembre en el Estadio de Gran Canaria.
El decreto publicado ayer "inicia la maquinaria para que el Ejecutivo pueda regular la celebración de futuros eventos de interés general". El presidente de la entidad amarilla apoyó esta iniciativa, porque "las empresas privadas no deben ser las que tutelen la emisión de los partidos".
Ramírez explicó que el encuentro se jugará finalmente el sábado a las 17.30 horas y "no existe tiempo material" para cambiar las circunstancias que rodean este evento por cuestiones organizativas y de seguridad.
El partido, previsto en un inicio para el domingo 23 en horario matutino y retransmitido por el Canal +, se celebrará la tarde anterior tras la petición de cambio de fecha realizada por la entidad amarilla ante la Liga Profesional. Ramírez explicó que la entidad que preside había solicitado un informe a la Jefatura Superior de Policía sobre el mejor día y hora para celebrar el encuentro teniendo en cuenta la previsión de asistentes y el dispositivo de seguridad a organizar.
Según este informe, el mejor día es el sábado, agregó Ramírez, porque los aficionados que se desplazan de otras islas podrán "venir y volver en la misma jornada". De haberse mantenido la fecha del domingo, "hubiéramos tenido cientos de aficionados tinerfeños incontrolados en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria desde la tarde anterior". Según las previsiones de la Unión Deportiva "unos 2.500 ó 3.000 aficionados" pueden viajar ese fin de semana a Gran Canaria para presenciar en directo el partido entre los dos equipos más importantes del Archipiélago.
El decreto publicado ayer "inicia la maquinaria para que el Ejecutivo pueda regular la celebración de futuros eventos de interés general". El presidente de la entidad amarilla apoyó esta iniciativa, porque "las empresas privadas no deben ser las que tutelen la emisión de los partidos".
Ramírez explicó que el encuentro se jugará finalmente el sábado a las 17.30 horas y "no existe tiempo material" para cambiar las circunstancias que rodean este evento por cuestiones organizativas y de seguridad.
El partido, previsto en un inicio para el domingo 23 en horario matutino y retransmitido por el Canal +, se celebrará la tarde anterior tras la petición de cambio de fecha realizada por la entidad amarilla ante la Liga Profesional. Ramírez explicó que la entidad que preside había solicitado un informe a la Jefatura Superior de Policía sobre el mejor día y hora para celebrar el encuentro teniendo en cuenta la previsión de asistentes y el dispositivo de seguridad a organizar.
Según este informe, el mejor día es el sábado, agregó Ramírez, porque los aficionados que se desplazan de otras islas podrán "venir y volver en la misma jornada". De haberse mantenido la fecha del domingo, "hubiéramos tenido cientos de aficionados tinerfeños incontrolados en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria desde la tarde anterior". Según las previsiones de la Unión Deportiva "unos 2.500 ó 3.000 aficionados" pueden viajar ese fin de semana a Gran Canaria para presenciar en directo el partido entre los dos equipos más importantes del Archipiélago.
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