La justicia italiana condenó a seis años de prisión al policía Luigi Spaccarotella por haber matado de un balazo al hincha de Lazio Gabriele Sandri, el 11 de noviembre de 2007, en medio de abucheos en la sala.
Spaccarotella fue declarado culpable de homicidio por imprudencia por el Tribunal de Arezzo, en la región de Toscana, centro de Italia, pero no mantuvo el cargo de asesinato, como pedían los abogados y familiares de Sandri.
El hincha de Lazio, de 28 años, murió de un disparo tras una riña con seguidores de Juventus, en una zona de servicios, en la autopista de Arezzo. , "No apuntaba a nada ni a nadie. Estaba al menos a 200 metros de distancia. ¿Cómo habría podido hacerlo?", se defendió el policía, quien agregó que "el primer disparo fue al aire y el segundo se me escapó mientras corría, a pesar mío".
Spaccarotella, quien no estuvo para la lectura del veredicto y lloró al teléfono cuando fue informado por su abogado, y afirmó que "creía en la justicia", mientras asistentes en la sala gritaron "cerdo" y "bastardo" al conocer la sentencia.
"¡Es una vergüenza para toda Italia! Siento vergüenza de ser italiano", declaró el padre de Gabriele, Giorgio Sandri.
El alcalde de Roma, Gianni Alemanno, se declaró "profundamente insatisfecho" por la sentencia y consideró "inaceptable que se haya cambiado el cargo de asesinato por el de homicidio por imprudencia".
El veredicto provocó choques entre la policía e hinchas de Lazio, cuyo presidente, Claudio Lotito, pidió "ver primero las motivaciones de la sentencia antes de adelantar algún juicio", aunque se manifestó solidario con la familia de Sandri.
Spaccarotella fue declarado culpable de homicidio por imprudencia por el Tribunal de Arezzo, en la región de Toscana, centro de Italia, pero no mantuvo el cargo de asesinato, como pedían los abogados y familiares de Sandri.
El hincha de Lazio, de 28 años, murió de un disparo tras una riña con seguidores de Juventus, en una zona de servicios, en la autopista de Arezzo. , "No apuntaba a nada ni a nadie. Estaba al menos a 200 metros de distancia. ¿Cómo habría podido hacerlo?", se defendió el policía, quien agregó que "el primer disparo fue al aire y el segundo se me escapó mientras corría, a pesar mío".
Spaccarotella, quien no estuvo para la lectura del veredicto y lloró al teléfono cuando fue informado por su abogado, y afirmó que "creía en la justicia", mientras asistentes en la sala gritaron "cerdo" y "bastardo" al conocer la sentencia.
"¡Es una vergüenza para toda Italia! Siento vergüenza de ser italiano", declaró el padre de Gabriele, Giorgio Sandri.
El alcalde de Roma, Gianni Alemanno, se declaró "profundamente insatisfecho" por la sentencia y consideró "inaceptable que se haya cambiado el cargo de asesinato por el de homicidio por imprudencia".
El veredicto provocó choques entre la policía e hinchas de Lazio, cuyo presidente, Claudio Lotito, pidió "ver primero las motivaciones de la sentencia antes de adelantar algún juicio", aunque se manifestó solidario con la familia de Sandri.
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