Alberto González no conecta con la afición y sus decisiones son cada día más criticadas por los oviedistas. Su encendido de bombillu en el “caso Fernando Vázquez”, que finalizó con el rechazo del entrenador gallego a la propuesta del máximo accionista azul hace unos días, fue recibido por la afición con protestas por la falta de respeto a Raúl González que implicaba el ofrecimiento a un técnico a espaldas del que ocupaba el banquillo, de la dirección deportiva y del mismo Consejo de Administración. Aquella decisión provocó que apareciesen pintadas en la carretera de acceso al Requexón en las que se podían leer frases como “Alberto, vete ya”, “Mata + Alberto = 3ª”, “Mata y Canal fuera del Requexón”, “bombillu, que te pires” o “Alberto, Mata y Nacho Canal, a encender bombillas al Molinón”.
Sólo un día después de aparecer estas pintadas, Diego Cervero ofrecía una rueda de prensa en el Hotel Ramiro I para anunciar que, tras no alcanzar un acuerdo con el club para la renovación de su contrato, renunciaba al año de vinculación con el Real Oviedo que le restaba. Los argumentos del delantero eran que necesitaba un período de tres años para poder aparcar el MIR y dedicarse al fútbol profesionalmente. Aunque el cuerpo técnico ha manifestado en varias ocasiones que sí considera a Cervero apto para competir con el Oviedo en Segunda B, el máximo accionista no acepta que el jugador siga vinculado al club, ofendido por la rueda de prensa que dejaba al descubierto la poca mano izquierda de González.
Al día siguiente, antes de la presentación de Iván Ania como primer fichaje del Real Oviedo para la temporada 2009/2010, una docena de aficionados irrumpieron en la sala de prensa del estadio Carlos Tartiere para manifestar su protesta ante el presidente, Dámaso Bances, ante la ausencia del máximo accionista, que últimamente se prodiga poco en los actos públicos del club.
El término acuñado por el máximo accionista al declarar que se le encendió el bombillu viendo la televisión y decidió fichar a Fernando Vázquez ha calado hondo en la afición y las referencias al bombillu vuelven a la actualidad, de nuevo en forma de pintadas. En este caso, los aficionados han trabajado durante la noche en las paredes del Carlos Tartiere, donde han dejado recados al máximo accionista como “bombillu menos ego y + Cervero”, “bombillu te vamos a fundir”, “Cervero renovación” o “Cervero sí, Consejo no”. Parece que al máximo accionista le espera una temporada bastante complicada
Sólo un día después de aparecer estas pintadas, Diego Cervero ofrecía una rueda de prensa en el Hotel Ramiro I para anunciar que, tras no alcanzar un acuerdo con el club para la renovación de su contrato, renunciaba al año de vinculación con el Real Oviedo que le restaba. Los argumentos del delantero eran que necesitaba un período de tres años para poder aparcar el MIR y dedicarse al fútbol profesionalmente. Aunque el cuerpo técnico ha manifestado en varias ocasiones que sí considera a Cervero apto para competir con el Oviedo en Segunda B, el máximo accionista no acepta que el jugador siga vinculado al club, ofendido por la rueda de prensa que dejaba al descubierto la poca mano izquierda de González.
Al día siguiente, antes de la presentación de Iván Ania como primer fichaje del Real Oviedo para la temporada 2009/2010, una docena de aficionados irrumpieron en la sala de prensa del estadio Carlos Tartiere para manifestar su protesta ante el presidente, Dámaso Bances, ante la ausencia del máximo accionista, que últimamente se prodiga poco en los actos públicos del club.
El término acuñado por el máximo accionista al declarar que se le encendió el bombillu viendo la televisión y decidió fichar a Fernando Vázquez ha calado hondo en la afición y las referencias al bombillu vuelven a la actualidad, de nuevo en forma de pintadas. En este caso, los aficionados han trabajado durante la noche en las paredes del Carlos Tartiere, donde han dejado recados al máximo accionista como “bombillu menos ego y + Cervero”, “bombillu te vamos a fundir”, “Cervero renovación” o “Cervero sí, Consejo no”. Parece que al máximo accionista le espera una temporada bastante complicada
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