La Justicia italiana condenó hoy a seis años de cárcel al policía Luigi Spaccarotella por homicidio tras matar el 11 de noviembre de 2007 al aficionado del Lazio Gabriele Sandri de un tiro en una estación de servicio.
Aunque la fiscalía había pedido 14 años de prisión los jueces condenaron finalmente a Spaccarotella con una pena de seis años de cárcel por el delito de homicidio culposo.
Después de que se leyera la sentencia en la sala, varios jóvenes prorrumpieron en gritos para protestar la sentencia, descrita por la familia de Sandri como "una vergüenza para toda Italia".
Con esta sentencia los jueces no reconocen el delito original que se le imputó al policía, el de homicidio voluntario, que hubiera supuesto una pena mayor.
El abogado del policía condenado afirmó que la pena decretada por los jueces reconoce lo que su protegido siempre defendió, que no quería matar al joven, y añadió que recurrirá la sentencia porque es demasiado "pesada".
La muerte de Sandri se produjo en un área de servicio de Arezzo (Toscana, centro de Italia), cuando el policía condenado hoy disparó dos veces su pistola sobre unos jóvenes aficionados del Juventus y del Lazio que protagonizaban un enfrentamiento.
Uno de los disparos alcanzó en el cuello y provocó la muerte de Sandri, que se encontraba en el interior de un automóvil.
Al funeral de Sandri acudieron miles de personas, entre ellas jugadores de su equipo, el Lazio, y el de su máximo rival, el Roma, así como representantes "ultras" de varias aficiones de clubes italianos de fútbol.
Aunque la fiscalía había pedido 14 años de prisión los jueces condenaron finalmente a Spaccarotella con una pena de seis años de cárcel por el delito de homicidio culposo.
Después de que se leyera la sentencia en la sala, varios jóvenes prorrumpieron en gritos para protestar la sentencia, descrita por la familia de Sandri como "una vergüenza para toda Italia".
Con esta sentencia los jueces no reconocen el delito original que se le imputó al policía, el de homicidio voluntario, que hubiera supuesto una pena mayor.
El abogado del policía condenado afirmó que la pena decretada por los jueces reconoce lo que su protegido siempre defendió, que no quería matar al joven, y añadió que recurrirá la sentencia porque es demasiado "pesada".
La muerte de Sandri se produjo en un área de servicio de Arezzo (Toscana, centro de Italia), cuando el policía condenado hoy disparó dos veces su pistola sobre unos jóvenes aficionados del Juventus y del Lazio que protagonizaban un enfrentamiento.
Uno de los disparos alcanzó en el cuello y provocó la muerte de Sandri, que se encontraba en el interior de un automóvil.
Al funeral de Sandri acudieron miles de personas, entre ellas jugadores de su equipo, el Lazio, y el de su máximo rival, el Roma, así como representantes "ultras" de varias aficiones de clubes italianos de fútbol.
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